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EL IDEAL DE POBREZA DE SAN FRANCISCO 135 no hace mención tampoco la Regla de 1221 ( 1 º 9 ). Y la Regla añade: "Los Frailes se vistan de viles vestidos y puedan remendarlas de sacos · y de otros remiendos con la bendición de Dios" ( 110 ). Tomás de Celano explica esas palabras diciendo: "Francisco no quería que en ninguna ocasión los Frailes tuvieran más que dos túnicas, aunque permitía que se remendaran cosiéndoles pedazos de paño. Mandó rigurosamente no usar paños rebuscados y reprendía severí– simamente delante de todos a los que hacían lo contrario. Mas a los Frailes, a quienes obligaba la enfermedad u otra necesidad concedía una túnica más suave sobre la carne, pero de tal modo que en la apariencia exterior se guardaran el rigor y la vileza" ( 111 ). El Santo condescendía con todo lo que exigían la debilidad humana no se les permite 0 ningún calzado, pero no conocía el de San Marcos (VI, 8), donde se les conceden al menos sandalias. Vem0s por diferentes escritos de San Buenaventura, que el uso de sandalias se había hecho ent::etanto general en la Orden y que para ello se apoyaban con razón en las palabras y ejemplos de Cristo y de los Apóstoles. ( Apologia pauperum, c. 6, n. 6 ss.; Epistola de sandaliis Aostolorum; Expositio in Regulam Fratrum Minorum, c. 2, 17 ss.; Opera, VIII, 268, 268, 386-390, 402.) Como su adversario había sostenido que era contrario al Evangelio y a la decencia el ir descalzos, San Buenaventura responde con este certero golpe: "Tu igimr, qui Evangelii doctor es et sec– tator, si huius evangelicae perfectionis apicem non attingis usu, attingas saltem affectu pio, affatu veridico et catholico intellectu, et noli... contra evangeli– corum pedum nuditatem pelles mortuas defensare." Epistola de sandaliis Apos– tolorum, n. 16; Opera, VIII, 390. (1ü9) "Habeant unam tunicam cum caputio et aliam sine caputio, qui vo– luerint habere. Et qui necessitate coguntur, possint portare calceamenta." Regu– la II, c. 2; Opuse., ed. LEMMENS; 65; BoEHMER, 30. Para poder apreciar mejor esta ordenación acerca de los vestidos, ponemos a continuación la ordenación paralela de las primitivas constituciones de los Dominicos en 1228: "Et non plures tunicas (defferant fratres) quam tres cum pellicio in yeme vel quatuor sine pellicio, quod semper tunica copertum deferatur. Pellibus silvestribus et coopertoriis quarumcumque pelium fratres nostri non utantur. Tunicae circa cavillam pedis sufficit ut descendant, quibus cappa brevior sit et etiam pellicium. Scapularia nostra circa cooperturam genuum sufficit ut descendant. Caligas et soccos habebimus ut necesse fuerit et facultas permiserit. Ocreas non habe– bimus nec cirothecas." ( Constitut.iones antiquae ord. fratrum praedicatorum, ed. P. DENIFLE, en el "Archiv für Lit.- und Kirchengech. des Mittelalters", I, 204.) Por lo tanto, tres túnicas con la pelliza; además, el escapulario y el manto; zapatos y medias según la necesidad, pero no se permiten las botás y los guantes. (110) Regula II, ibíd. ( 111 ) "Denique nulla vult occasione plures duabus tunicas fratres habere, quas tamen consutis petiis resarcire concedit. Exquisitos. pannos horrere iubet et contraria facientes acerrime coram omnibus mordet... Fratribus autem, quos urgeret infirmitas seu necessitas alia, mollem subtus ad carnem tunicam indulgebat, ita tamen, quod foris in habitu asperitas et vilitas servaretur." THOM. CEL. II, n. 65.

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