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OIGO EL MURMULLO DE LOS QUE VIENEN... -"Hermanos, alegraos, cantad, levantad siempre el ánimo. Alejad la tristeza. Somos ahora pocos, pero dentro de poco tiempo esta breve y sencilla tropa se hará grande hasta llenar la tierra. Veo gran multitud de hombres que vienen hacia nosotros. Oigo el murmullo de los que caminan hacia la obediencia del Evange/io, de todas las naciones: franceses, españoles, alemanes, ingleses... Los frailes se llenaron de más alegrla viendo axuftar a Francisco y la jovialidad les llenó el alma para canta!" el bien entre los hombres". (! Ce/ano, 27) CANTABAN DE DIOS LAS ALAS 1 BAME a espigar estrellas; las cern/ con mis pestañas; -soñaba y era de noche– me las guardé en las entrañas. Cantábanme las estrellas; con sus alas, las cigarras, y la luz de sus canciones iban brizándome el alma. Y el alma se me hizo cielo y el cielo se me hizo alma; en medio de las estrellas cantaban de Dios las alas. 2 Vuelvo a cantar de nuevo mi primera canción la que al b,votar mi alma con el alma brotó. Se abre al venir la noche como una estrella en flor que se cerró en el alba anegada er, el sol. Al alba de mi vida cantando se cerró y hoy en mi dulce ocaso se me abre la canción. MIGUEL DE UNAMUNO (Español) ••• Y si nosotros, obligados por el hambre y el frío de la noche, volvemos todavía a llamar, gritando y su plicando entre llantos por el amor de Dios, que nos abra y nos perrr:ita entrar, y él más enfure– cido dice : " iVaya con estos pesados indeseables! Yo les voy a dar su merecido" . Y sale fuera con un palo nudoso . 85 • •