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••• ••• Entonces dijo FranctSco con voz que era una caricia: "Si cuando los dos llegúemos por fin a Santa María, con hambre, llenos de barro, calados por la llovizna, y a la puerta del convento llamamos, y al ir a abriría nos pregunten quiénes somos Y, "hermanos vuestros", les digas, y el portero sin abrirnos colérico nos replica: iiros de aquí, engañadores, que los dos sois gente indigna! Y si llamamos de nuevo y más él se encoleriza y nos llama malandrines y embusteros de traílla, y nos arroja a empellones y con furor nos castiga; si todo lo soportamos con humildad convencida, escribe, hermano·, que er. eso hay la perfecta alegría. Y San Francisco le respondió: -Si, cuando lleguemos a Sant::, María de los Angeles, mojados como estamos por la lluvia y pasmados de frío, cubiertos de lodo y desfallecidos de hambre, llamamos a la puerta del lugar y llega mal– humorado el portero y grita: '' ¿quiénes sois vosotros?". Y -noso– tros le decimos: "Somos dos de vuestros hermanos". Y él dice : - " iMentira! Sois dos bribones que vais engañando al mundo y robando las limosnas de los pobres. i Fuer::, de aquí!'.'. 79 • ••