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••• Algunos recordaban que cuando Madonna Pica, su madre, iba a dar a luz, llegó un extraño peregrino a la puerta de su casa y profeti– zó "maravillas para el niño que iba a 11acer". Y que después, cuando joven, pasaba por las calles de Asís un hombre, se quitaba la capa y la tendía en el suelo invitándolo a que pasara sobre ella, mientras le decí.a: " i Tú serás grande! ". Los que ayer le tiraban piedras y barro y le insultaban como loco, hoy le seguían con veneración. El pueblo estaba ya con él. Cuando Francisco terminaba de hablar a las gentes, animaba a sus companeros: - "Benditos frailes, cantad la paz del Buen Dios, la paz en los pueblos, los caminos, a ricos y a campesinos... Y que muelan los molinos del amor: Fraternidad... ". 29 • ••