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••e Sicilía. Definitivamente, Dios no le quena para mártir. Tuvo que contentarse, desconocido como era, con ser recibido en un conventillo de la Umbrla y esperar a lo que dispusieran de él. Más tarde se revelaría como un gran predi– cador. Francisco de Asís y Antonio de Lisboa se encontraron por primera vez, el año 1221. La santidad del "Poverello" impresionó a Antonio, que decidió seguir con fidelidad los pasos de Francisco. Este amó también de modo especial a Antonio. San Antonio de Padua es el santo popular/sima y querido del pueblo cristiano por su cercanía a las preocupaciones y necesidades de las gentes. "El bendito San Antonio". Se le llama: "Santo de todo el mundo", "abogado de los pobres", "abogado de las cosas perdidas", "amante de los niños", "santo casamentero", "santo del lirio y del Niño", "intercesor ante Dios en las cosas menudas... ". Es decir, "santo casero", muy cercano -como debe ser- a las realidades sencillas de cada día : a la enfermedad, al hambre, a los pobres, al trabajo, a las alegrlas pequeñas, a los niños... Es el "Santo Bueno". Su imagen no falta en los templos cristianos del mundo. Y su fiesta, 13 de j&nio, se celebra con especial júbilo religioso y folklore popular en todas las partes. 245