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••• Semanas más tarde corrió la notic!a que conmovió a Fernando: Aquellos frailes Menores, hijos de Francisco de Asís, habían muerto mártires y llegaban sus cuerpos a Coímbra, y precisamente en su monasterio de Santa Cruz se exponían a la veneración de los fíeles. Cuando Francisco de Asís se enteró de la muerte de estos cinco testigos del Evangelio, exclamó: "Ahora sf que tengo dnco verdaderos frailes menores". Una luz especial iluminó también a Fernando: _,,Quiero ser francisccno, como éstos y morir mártir". Cambió el nombre de Fernando por el de Antonio; el rico monasterio de Santa Cruz por la rústica casa de "Olivares"; el bienestar por la pobreza; el estudio sedentario por la vida itinerante... Y no mucho tiempo después, marchó a Afríca. Quería Morírpor el Evan~ gelío entre sarracenos. Co'7 un compaffero se embarcó para Marruecos. Tenía 25 años. Pero una tempesrad empujó la nave hacía oriente, hasta las costas de 244 •••