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••• En brazos de María: En brazos de una doncella un infante se dormfa y en su lumbre pare~ía sol nacido de una estrella. Hoy al cielo nace en Belén mi Dios, cántale su madre y él llora de amor. La Virgen lo arrulla: (Lope de Vega) No lloréis, mis ojos, niño-Dios callad; que si llora el cielo ¿quién podrá cantar? ...Niño de mis ojos, ea, no haya más... (Lope de Vega) (Paréntesis) De la graciosa More_'Ja, viva la gala, viva la gala de la zagala ... (José de Vald/vieso) ••• ••• La noche resplandece como el día, noche placentera para los hombres y para los animales. Llega la gente, y, ante el nuevo miste– rio, saborean nuevos gozos. La selva resuena de voces y las rocas responden a los himnos de júbilo. Canta:1 los hermanos las alaban– zas del Señor y toda la noche transcurre entre cantos de alegría. El santo de Dios está de pie ante el pesebre, desbordándose en suspiros, traspasado de piedad, derretido en inefable gozo. Se cele– bra el rito solemne de la misa sobre el pesebre y el sacerdote goza de singular consolación. 181 • •