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EL GUSANO DE SEDA Y !..A ARAÑA (.-/n-•· --••R-';BAJANDO un gusano su capullo, {.!_J la araña que tejía a toda prisa, de esta suerte le habló con falsa risa, muy propia de su orgullo: "¿Qué dice de mi tela el señor gusano? Esta mañana la empecé temprano, y ya estará acabada al mediodfa, :Mire qué sutil, mire qué bella.!'~ El gusano con sorna respondía: "Usted tiene razón; así sale ella'~ (lnarte1 "Nadie renuncia por completo a la vanidad, si dentro de su corazón conserva un lugar para el amor propio". (B. San Buenav., 7 ,2.) ••• El hermano Maseo, ante una respuesta tan humilde y dicha con ta:1to fervor, quedó lleno de asombr:::> y comprobó con certe– za que San Francisco estaba bien cimentado en la verdadera humil– dad. En alabanza de Cristo. Amén . ( "Florecillas". Cap. X) 147