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ESCALOFRIO RANCISCO de Asls era de otra forma. -"¿Quién ha dicho que soy un santo? No puedo permitir que me juzguen más allá de lo que soy'~ Un domingo, cuando más gente ha/Jía en la plaza de Asls, se presentó descalzo, subió a la piedra donde solían colccar a los crimi– nales para juzgarlos e hizo silencio. -"Estáis equivocados, hermanos, os aseguro que yo no soy un santo. No importa que vaya descalzo y cubierto sólo con un hábito pobre. Fijaos bien, todavía como una vez al dla. ¿os parece esto poco regalo? Para mf esto es un lujo. Y en vez de aclamarme como hombre espiritual, tendrlais que insultarme como glorón y amigo de cuidar mi cuerpo... ". Por la multitud corrió el escalofrío de que aquella humildad y austeridad eran más dignas de ser alabadas que imitadas'~ Corazón mlo pálida flor, jardln sin nadie, campo sin sol, icuánto has latido sin ton ni son, tú que estás hecho para el amor! (Leyenda de San Buenaventura, 6, 2) LAMENTO Bien has cantado, ilo sabe Dios!, agua en el agua, flar en la flor, luna en la l'Jna, son en el son... , iy estabas 1-¡echo para el amor! JUAN R. JIMENEZ ••• Y la belleza, y la sabiduría del mcndo, a fin de que quede patente que de El, y no de creaura alguna, proviene toda virtud y todo bien. 143 • ••