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Convento de Pamplona Sel más antiguo de la Orden en Navarra (1606); el único que se ha recobrado de los nueve que arrebató a la Pro– vincia la odiosa ley de 1836: el que ha representado el pa– pel más principal en la restauración de los capuchinos en .-..,_¡¡¡.•~ España, porque ¿qué sacerdote o corista, de los que en 1889 dieron principio a :as Provincias de Toledo, Castilla y Aragón , o a la de Cataluña en 19')0, no aprendió aquí ciencia y virtud? ¿De qué convento, sino de este, ;:)Uede decirse con Yerdad que ha sido Semina– rio Mayor destinado en el último cuarto del pasado siglo a repoblar de Capuchinos el suelo ;:ieninsular? Fundador de él y su patrono fué el caballero navarro D. Gabriel de Amasa (t1634). A su :nuerte, pasó el patronato a ttll a junta que, en el día de hoy, se compone del Deán de la S. I. C ., del alcalde y el con– cejal de mayor número de votos de la ciudad. Reune este convento de ordinario unos 80 religiosos: en él se ha– cen todos los cursos de Teología y Oratoria sagrada. Es, además, la sede fija de la Curia Provincial. Las obras ejecutadas estos últimos años en la fábrica del convento han renovado por completo la disposición interior del edificio y dado mejor apariencia a su _exterior. La obra de [albañile:-ía y carpintería de lo s nuevos locales de la Imprenta y de la Bibliote: a se debe a la laboriosidad y pericia de nues– tros Hermanos. La Biblioteca la más importante de la Provincia cuen– ta 21.000 volúmenes. Los pueblos de que se compone el distrito de este convento _son, entre todos los de la Provincia, los que más copiosamente socorre n ~. los Capuchinos con sus limosnas, y h,mbién los que más frecuente- • mente y con mayor abu:idancia reciben el be neficio de nuestros sa– grados ministerios. · Como prueba de la labor callada realizada en los pueblos por nu– estros PP. Predicadores, dan una idea acabada el grandioso Congreso Terciario celebrado en Pamplona en 1921; la magna novena que se celebró en la Iglesia Parroquial de SanLorer. zo, para abrir el Año Fran·– ciscano; y el triduo de preparacir5n para la inauguración del soberbio monumento que Navarra levantaba en una de sus más bellas plazas a su Pacificador, el Poverello de la Umbrís.. En todas estas circunstan– cias Pamplona ha visto con asombro y admiración a este ejército innu– merable .de hijos del Serafín de Asís, que venían de los pueblos todos de Navarra a la Capital para dar una muestra de su fervor y entusias– mo por el Seo. Padre. Los templos de Pam;:ilona fueron insuficientes para cobijar bajo sus bó,·edas a tantos entusiastas Terciarios hijos fie– les de Francisco de Asís. 54