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de Besse, que fué el primero i:¡ue se ocup6 en Francia de ias obras sociales de crédito, En 1877 fundó el primer banco popular de crédito, y para darlo a cono– cer se sirvió de la revista «Unión Económica» y de conferencias, establecién– dose Bancos similares en Nevers, Li!Jloges, SaintoChamond, &. Dos de sus dis– cípulos, el cápuchino P. José de Arauzan, y un abogado terciario franciscano, :M. Luis Durand, son los primeros propagandistas de las Cajas Rurales, que las establecieron en gran número. Suiza tuvo en el P. Teodosio Florentini, conocido con el nombre de el «Gran Filántropo de Suiza», el gran apóstol de los niños abandonados, para cuyo cuidado fundó la institución de las «Hermanas de Santa Cruz" extendidas hoy día por Au~tria, Hungría, Bohemia, Tiro! , Saboya y Roma. · AJ' estudiar la vida del obrero la encon:ró de peor situación que la que lle– vaban los esclavos antiguos, y trabajó por cristianizada; y él mismo bajo la di– rección de las Hermanas fundó una fábrica, cuyas gan¡rncias debían de ser para los obreros. Pero esta obra tai1 estupenda no dió los beneficios apetecidos y murió con su fundador. . Digno de mención es el nombre del litre. Sr. Obispo de Chieti, que eón el único ideal de que los párrocos pudieran ser útiles a sus feligreses y les · pu– dieran instruir en el modo de mejorar y enr'.quecer las tierras de labranza, puso en su gran semin-ario"una cátedra de agricultura.- Recuerde la pedagogía el nombre del P. Cipriano de Baviera, que en lo.s años de 1889-1892 ha fundado en Alemania la obra Caridad Se.ráfica para aten– der a la educación de los niños_ abandonados. En los 10 primeros . años de su existencia Iá obra había beneficiado a 5.000 niños, y había preservado de la he– rejía a 2.000. La revista órgano de la obra titulada «L'Ami seraphique des en– fans» cuenta con 100.000 lectores, que alaban, aplauden y testimonian su admi~ ración al P. Cipriarw. . .. El P. María Antonio, llamado el Santc de. Tolosa fué prnmotor de la obra de San Antonio el «Fan de los Pobres», y urí Capuchino el P. Manuelde .Pam– plona fué el iniciador de la Casa de Miseriéordia de la ciudad de Pamplona. Estas son las obras que dejan a su paso por el mundo los amigos del pobre obrero, los predicadores de la verdad, los imitadores de J~suc;risto, que como él pasaifhaciendo bien a las muchedumbres abandonadas y er.ipobrecidas. Los Capuchinos y el culto Es siempre la grandiosidad del culto, el esplendor de la liturgia, la solem~ nidad externa de las funciones religiosas, lo que conmueve a las ge~tes y las arrastra·a la piedad y las aficiona a la vida religiosa y cristiana,· No olvidáron los capµchinos en sus predicáciones este medio práctico de la educación moral-de los pueblos , que llevaban una vida -_ religiosa ,tan l'ánguida y_ tan pobre, y procuraron con el mayor empeño posible unir a la persuasión de · su palabra estas manifestaciones solemnes de fe y de religiosidad. . - Cuando en .1537 el' pueblo milanés temblaba de espanto al ver • acercarsé a sus puertas al ejército francés,. ,Y sobrecogido de ·terror no_sabía a dcnide aco:. ,gerse, se le presenta el P.·José de Femo, en cuya frente brillaba l_a aureola de la santidad, como el Angel Ubert~doi: q\:;~ les:prom¡:ite'.la,paz y el verse ·lihre. XXV

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