BCCCAP00000000000000000000711

·sa cultura una profunda piedad, y que tomaba con interés sumo, cuanto se.refe• ría a las cosas religiosas, trabajó en Roma la causa del P. Ludovico, que parecía . perdida arite la negaj:iva del Romano Pontífice: pero por media.ción de la Duque– .sa se consigue cambiar el parecer de Clemente Vil y:se.. obtiene la bula «RELI– GIONIS ZELUS» que contenía la confirmadón eclesiástlca .de la ramificación de la Orden Franciscana, y les permitía vivir de limosna, usar barba, y lh:!var el ha- . bito con la capucha cuadrada, y recibir nuev::is compaf\eros de entre los legos o sacerdotes seculares. . ·Este documento fué la base y piedra fundamental, contra la que se estrella– rían cuantas perseciiciories habían de sobrevenir a la nueva Orden, y sobre ese sólido fundamento se levantará el grandioso edificio de la Orden Capuchina tan benemérita de la Iglesia y de la sociedad, Él primer capítulo general de la Orden Capuchina. La vida austera de los primeros capuchinos, cuyo retrato nos ha dejado tra• zado con mano maestra uno de los primeros cronistas dela Orden, y la conducta ,observada por los capuchinos durante las epidemias, y principalmente cuando el saco de Roma: todo esto unido a las predicaciones entusiastas de los eremi– tas, contribuyó a que mu chos vinieran a unirse a ellos, y fue necesario fundar nüevas residencias en Albacina y en Fossombrone. ' ·El P. Mateo al considerar la expansión de la nueva reforma, reunió en Alba, cina, el Primer Capítulo General (1529) a .donde acudieron doce religiosos, que nombraron como Vicario General al F. Mateo de Bassi, y cot:10 Definidores a los PP. Ludovico de Fossombrone, Angel de Tiferno, y Pablo de Chioggia, a . quien encargaron la redacción latina de las nuevas constitucior.es, que en aqúel <::apítulo se redactaron. ·- La vida de Superior no se avenía con el carácter apostólico y algún tanto in– dependiente.1del P. Mateo, quien a los dos meses renunció, recayendo el cargo en el P. Ludovico de F. hombre audaz y enérgico, único que podía dar en aque- . llos aciagos tiempos un gran impulso a la Orden. Arrecia la persecución. Muere Clemente VII La actividad asombrosa desplegada poc el P. Ludovico en la expansión de la Orden, y de los nuev~s adeptos que diariamente conseguía entre los más fer– vorosos religiosos de la Observancia, disgustó en gran manera al P. General P, Pissoti, (2) de espíritu relajado y enemigo de toda reforma, .el cual en Mayo de 1530 presentaba al Papa un alegato contra los capuchinos, pidiendo la anula– ción de todas cuantas concesiones se habían otorgado a la nueva reforma fran• ciscana. . (2) . Con severidad ha sido juzgado Pisspti por los historiados de la Observancia; su ca– rácter acre y violénto hizo sufrir a los fervorosos ~eligiosos, que tanto abundaban en la.Or– den Franciscana. Wadingo se expresa de esta manern:'Jta ínter no$ inc(¡!ssit, quasi e.i 1obis ' non esset. Cf. Histoire de L', Ordre de Saint Fran(:ois. por el R, P, T. Ferré p. 305. Manua– e Historiae O. F. M. por el R. A Holzapfel p. 273. j

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz