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Enero Manuel Sánchez salió de España el 22 de noviembre de 1961, abriendo el cupo de sacerdotes destinados a la atención espiritual de los emigrantes. Casi sin experiencia, hubo de adiestrarse en el manejo de las diversas estrategias que supone este tipo de apostolado difícil y complejo, como son los minis– terios parroquiales, catequesis, gestiones administrativas y man– tenimiento de obras sociales . Quince años permaneció involu– crado en esta obra benéfica y evangelizadora. Tras su regreso a España, en 1976, pasó una larga tempora– da de descanso y rehabilitación en Santa Olalla. En 1981 se hizo cargo de la parroquia de Villaseco de los Reyes, con la obligación de atender también a los pueblos limí– trofes de Berganciano, Cejo y Campo de Ledesma, pertene– cientes a la diócesis y provincia de Salamanca. Estas localidades agrícolas se encuentran enclavadas en el arziprestazgo de Le– desma-Vitigudino y se localizan a pocos kilómetros del embalse de Almendra, que se alimenta con las aguas del río Tormes antes de verterlas en el Duero. Como en Australia, repitió quince años de continuidad en estos quehaceres parroquiales, aunque sin perder el contacto con los religiosos de Salamanca de cuya fraternidad siguió for– mando parte en todo momento. A este respecto, el ministro provincial escribía al superior de Salamanca, el 29 de octubre de 1981, en los siguientes términos: « . .. En conformidad con lo decidido por el definitorio provincial en sus reuniones del 7 de septiembre y del 24-25 de octubre, te comunico que el hermano Eduardo Sánchez (aún se le conocía con este nom– bre) ha sido incorporado a esa fraternidad a todos los efectos, como un miembro más de la misma. Se ha aceptado que dicho hermano atienda a la parroquia de Vzllaseco de los Reyes, según el nombramiento que ha recibido del señor 44