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Enero En el Capítulo de 1984 fue encargado de la parroquia del Sagrado Corazón de Usera (Madrid), con el oficio añadido de superior de la fraternidad; y en el año 1987 pasó de nuevo a León, donde permaneció hasta 1996. Este año recibió la obediencia de los superiores para incor– porarse a la fraternidad de Valladolid, que sería su última resi– dencia después de un largo peregrinar por casi todos los con– ventos de la Provincia Capuchina de Castilla. Su pérdida total de visión le acarreó también una imposibilidad casi total para trabajar, ciñéndose su actividad a la dirección espiritual de la Legión de María y al ministerio del confesonario. Desde los años juveniles, la salud del hermano J esús se había visto alterada en numerosas ocasiones y por motivos dife– rentes. Como ha constatado algún compañero, su organismo tenía «muchas goteras» y hacía aguas por muchas partes. Durante bastantes años estuvo sometido a un tratamiento médi– co contra la epilepsia; había pasado por la clínica en diversas ocasiones para ser operado de próstata y de algunas dolencias intestinales, y el glaucoma le había llevado a la ceguera total. Una infección gripal severa invadió su cuerpo durante los postreros días de su vida, siendo necesaria la hospitalización. En apenas una semana, la enfermedad degeneró en múltiples complicaciones que terminaron con un colapso del corazón, causándole la muerte. Su fallecimiento acaeció en Valladolid, el 17 de enero de 2002. El hermano Jesús María estuvo algunos años implicado en la costosa tarea de educar a nuestros jóvenes aspirantes; pero su aportación, a la Orden Capuchina como religioso y a la Iglesia como sacerdote, quedó marcada por los cargos al frente de di– versas comunidades y en las parroquias donde estuvo destina- 38