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Abril El 28 de octubre de este mismo año fue trasladado al Sanatorio Antituberculoso de Tablada, conocido también por el nombre del propietario que lo regentaba, el doctor Zapatero y situado en p lena sierra de Guadarrama. Esta etapa histórica de su vida se alargó más de cuarenta años, hasta septiembre de 1984. Al mismo tiempo que cuidaba y vigilaba su salud procuró ejercer el ministerio sacerdotal, den– tro de las limitaciones que su estado le permitían, atendiendo espiritualmente como capellán a los enfermos del sanatorio y ampliando su apostolado en calidad de confesor de varias comunidades de religiosas. La estancia continuada del padre Silverio en el sanatorio de Tablada ofreció a los superiores la oportunidad de encomen– darle un trabajo adicional. En 1957 se comenzó a utilizar ofi– cialmente la residencia de los capuchinos construida en la sie– rra de Guadarrama, abierta como casa de veraneo para los alumnos del Seminario Seráfico de El Pardo y otras necesidades de la Provincia: él fue encargado de vigilar y conservar la resi– dencia durante los primeros años de su funcionamiento, cuan– do aún no se había establecido allí ninguna fraternidad de forma permanente. La clausura del sanatorio de Tablada supuso un cambio con– siderable en la vida del padre Silverio, permitiéndole colaborar más asiduamente en algunas actividades de la Provincia. Desde 1948 hasta 1984 estuvo incardinado a la familia con– ventual de Jesús de Medinaceli, aunque no fuera esta su resi– dencia habitual. Solamente en el trienio de 1969 dejó de perte– necer a esta comunidad, integrándose en la que se estableció en la casa de Tablada. Ya hemos señalado anteriormente que, durante estos años, le confiaron los superiores algunos cargos que le obligaban a 190