BCCCAP00000000000000000000710

Abril dras angulares para la implantación y consolidación de los capuchinos en Portugal. Con esta finalidad fue enviado el padre Bernardino a Por– tugal; es un trabajo difícil que re4uiere constancia, diplomacia y una gran dosis de paciencia para llevarlo a feliz término. No fue pequeño su mérito ni tampoco el de otros religiosos de Castilla, que aportaron su ayuda para la realización de este pro– yecto. Como sacerdote, se implicó siempre con entusiasmo en el trabajo pastoral: catequesis, confesonario, dirección espiritual, conferencias sobre temas religiosos ... No menos relevante ha sido su actividad científica, fruto de un estudio personal y actualizado con las mejores obras de teo– logía y otras disciplinas. En cierto modo fue un autodidacta, pero con un criterio de formación riguroso, crítico y exigente desde el punto de vista intelectual. Ya en su época de juventud, siendo estudiante en León, cul– tivó el estudio de la mariología, encontrándose entre sus libros autores de primera línea. Durante muchos años alimentó la idea de escribir un libro sobre María, y lo intentó en varias oca– siones: la primera, cuando estudiaba teología en León, y la últi– ma cuando escribía su libro sobre Cristo, al final de sus días. Acabó siempre por destruir lo que tenía escrito sin llegar a rea– lizar su deseo, alegando que lo que escribía no le parecía lo sufi– cientemente digno para expresar todo lo que sentía. En el estu– dio de la mariología adoptó el criterio de San Lorenzo de Brindis: «non legibus sed omnipotentia agit Deus cum Maria». Pero también tenía su propio criterio: «Para hablar de la Vir– gen, para comprenderla en cuanto es humanamente posible, es preciso que participe en gran parte el corazón». 164

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz