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Abril Habiendo sido clausurado el Seminario de Vale Formoso, se incorporó a la fraternidad de Oporto, en septiembre de 1952, como profesor de teología dogmática, moral, arqueología y latín, en el colegio teológico del Comisariato. El colegio de filosofía, que desde el comienzo se había esta– blecido en la casa de Barcelos, fue trasladado a Oporto por decisión de los superiores; y así, por primera vez, los alumnos de filosofía y teología estarían juntos en la misma casa sin nece– sidad de recurrir a los servicios de otras provincias españolas para proseguir los estudios. En 1955 se realizó una nueva distribución de las familias conventuales bajo el mandato del comisario general, padre Cornelio de San Felices. El padre Bernardino abandonó las cla– ses en el colegio y asumió el cargo de superior de la fraternidad de Oporto hasta 1957. A partir de este año, y hasta 1960, asu– mió el cargo de superior en la fraternidad de Coimbra. En 1960 fue trasladado a Lisboa como vicario y capellán de los barrios de Fumas y Boa Vista, unos barrios pobres donde se entregó al trabajo catequético y obras sociales entre las gentes más necesi– tadas. Tras el Capítulo de 1963, fue Coimbra su nuevo y último destino: casi treinta y cuatro años. Este traslado no significó para él ni un retiro ni una jubilación, sino un incremento y, al mismo tiempo, diversificación en sus actividades: vicario de la fraternidad durante dos trienios; atención a la parroquia de Frendes durante un año; profesor en el Instituto Superior de Estudios Teológicos (ISET); profesor de teología moral en Oporto, en el Seminario Diocesano de Coimbra, en el de Leiría y en el que resultó de la unificación de ambos; juez sinodal en la diócesis de Coimbra desde 1970 y acompañante del señor obispo en las conferencias de pastoral dadas en los arziprestaz- 162