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so Congreso de Terciarios Franciscanos celebrado en Madrid en 1914. En 1916 fue trasladado a la fraternidad de Jesús (Madrid); en 1919 a Vigo con el oficio de Vicario, que desempeñó por espacio de dos trienios (1919-1925), aunque permaneció en el mismo conven– to tres años más. En 1928 fue elegido para el cargo de Guardián de Montehano, interviniendo en la misión celebrada en Anmero en 1930 y reali– zando diversas obras materiales, como la reparación de la cocina y del muro de la antigua marisma, que revistió con una capa de diez centímetros de hormigón. (En el Capítulo de 19~8 había sido nom– brado Presidente de Ribadeo, pero fue trasladado a Montehano el mismo año como Guardián.) En 1931 fue nombrado Guardián de Santander, pero dejó este cargo al año siguiente al haber quedado imposibilitado para ejer– cerlo por la amputación de una pierna, siendo destinado, en 1932, al convento de Bilbao. Aquí le sorprendió la revolución de 1936, viéndose forzado a abandonar el convento y a refugiarse en la Casa de la Misericordia. En 1937 pasó a Francia, regresando después a la zona nacional y reintegrándose al convento de Bilbao, donde per– maneció hasta su muerte. Su fallecimiento tuvo lugar de manera imprevista el 1 de di– ciembre de 1949, cuando contaba 78 años de edad, 54 de religión y 46 de vida sacerdotal. A sus actividades como Superior de varias comunidades se debe añadir una notable de9-icación al apostolado de la predicación y preferentemente al ministerio del confesonario después de las ope– raciones que hubo de sufrir. Todavía en los últimos años, en su carro de ruedas, era conducido a la tribuna de la iglesia para escu– char las confesiones de los hombres en los días <le gran aglomera– ción de fieles, prestando así una valiosa ayuda a los otros religiosos. Durante su vida apostólica trabajó también en la propagación 979