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En los diversos conventos donde residió, el P. Quintín estuvo dedicado a los ministerios sacerdotales, en especial, al apostolado del confesonario. Tuvo a su cargo diversas asociaciones piadosas, como la Legión de Maria en La Coruña y la TOF en La Coruña y Bilbao. Su actividad más importante y asidua fue, sin embargo, la predi– cación, aunque no pudo dedicarse a ella con la máxima intensidad a causa de su precaria salud: predicó numerosas novenas, ejercicios espirituales y misiones populares, destacándose su actuación en las de León, Córdoba, Coruña, etc... En 1960 publicó Luz en el camino. Ideario para la juventudfemeni – na moderna (La Coruña, 1960). El cronista provincial nos describió con estas palabras la semblanza espiritual del P. Sariegos: «.•• Se distinguió por su amor a la Orden, a sus glorias, instituciones y tradiciones y fue ejemplo para sus hermanos de recogimiento y fervor, lo mismo que por su devoción a la Santísima Virgen. Lo fue igualmente por su delicadez de conciencia, de modo especial en cuanto se relacionaba con la observancia de la Regla seráfica y legislación de la Orden. También, de sencillez en su porte y de sobriedad y pobreza en todas las cosas, singularmente en aquellas que estaban a su uso personal». (BOP, n.º 103). Estaba dotado de buenas cualidades literarias y oratorias, aunque no siempre las pudo manifestar: preparaba con esmero sus pláticas y sermones, sabiéndoles llenar de sólida doctrina y cuidando su forma exterior. Su pre– dicación fue loablemente recibida y mereció por ella una justa aceptación. BIBLIOGRAFÍA: BOP 19 (1966) 248-250; AO 83 (1967) 139. 1069