BCCCAP00000000000000000000709

cuantos requerian su presencia para la administración de los sacra– mentos y otros servicios religiosos. En junio de 1939 quedó nuevamente incardinado a la fraterni– dad de Fl Pardo, continuando las tareas docentes, anteriormente interrumpidas, hasta el año 1942. En este año fue trasladado al convento de Santander, dedicán– dose al apostolado de la predicación y simultaneando esta actividad con el oficio de Superior, para el que fue nombrado en el Capítulo Provincial de 1945. En 1948 fue elegido Presidente de la residencia de Ribadeo por espacio de un trienio. Pasó después otros tres años en el convento de León y, en 1954, se trasladó a La Coruña con el cargo de Vicario, que ejerció hasta 1960. Aquí permaneció hasta 1964. Gravemente enfermo y con un cáncer del pulmón ya declarado, pasó algunos meses en el convento de Bilbao, hasta que los superiores determi– naron su traslado a la enfermeria de San Antonio de Cuatro Ca– mmos. El P. Quintín no gozó nunca de buena salud: ya al terminar los estudios de filosofía comenzaron a manifestarse algunas enferme– dades crónicas que se fueron acentuando posteriormente. Unos doce años antes de su muerte hubo de sufrir una intervención qui– rúrgica para extraerle un riñón canceroso; y, en los primeros meses de 1959, ya muy debilitada su salud, se le sometió a una operación de la vista, que le dejó totalmente inutilizado un ojo. Desde Bilbao, ya diagnosticado un nuevo cáncer -esta vez en el pulmón- fue trasladado a Madrid e ingresado en el Hospital Clínico para una mejor asistencia de la que podía recibir en la enfermeria provincial. Los auxilios espirituales reconfortaron su espíritu, pero los huma– nos resultaron inútiles: después de haber sufrido un prolongado calvario de intensos sufrimientos, falleció a primeras horas de la mañana del día 24 de diciembre de 1966, a la edad de 59 años, 43 de religioso y 34 de sacerdocio. 1068

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz