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Diciembre ••·.· ¡ Su primer destino fue la fraternidad de Madrid (Jesús, 1926), entrenándose desde ese centro en la predicación y otros minis– terios. Al cabo de un trienio, le fue encomendada la vicedirección de El Mensajero Seráfico (1928-1931) y, en el que le siguió, su dirección (1931-1934). Fruto de esa responsabilidad fueron diversos artículos a tono con la índole popular de la revista. Por entonces fue delegado provincial de la OSM (1928-1931). En 1934 comenzó a moverse para él la ruleta de guardianías de buen número de los conventos castellanos, que duraría cerca de 30 años. Comenzó la ronda por la comunidad de Vigo (1934-1939), de donde pasó a la de Salamanca, aunque sólo como Vicario (1939- 1942); de 1942 a 1945 fue Guardián de Madrid (Jesús) y Definidor Provincial; en el trienio subsiguiente lo hallamos de Superior de Salamanca e instructor de hermanos; en el de 1948-1951 pasa a Valladolid con los cargos de Vicario y Discreto, siendo simultánea– mente Fabriquero Provincial, puesto que volverá a ocupar en el de 1954-1957; en este último trienio fue enviado de Superior e instruc– tor de hermanos a La Coruña y, a su término, a Valladolid como Vicario y Discreto. Se había consumido así, casi en perpetuo movimiento, la mejor parte de su vida. El resto de la misma, desde 1960, permanecerá en Madrid (Usera). En esa etapa, sin embargo, no vivirla de pensionista, derecho muy dificil de ejercer por un verdadero franciscano, sino dedicado a actividades locales consonantes con su edad, como algu– nos ministerios parroquiales y varias menudencias de contabilidad (OSM, libro conventual de misas, etc.). En 1976 su salud decayó notoriamente, debiendo pasar tempo– radas en una clínica, o acogido a la enfermería provincial.Junto con la salud mermaron ostensiblemente sus facultades mentales. En esas circunstancias falleció en la madrugada del 19 de diciembre en el convento de Madrid (San Antonio), siendo inmediatamente tras- 1064