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1· ·.. Pidertibre ] tuvo también lugar la toma de posesión. También salieron de Espa– ña sus acompañantes el 21 de julio, llegando pocos días después. Según dicen las crónicas, aquellos tiempos fueron de los mejo– res de Cuba; fue la época que gráficamente se llamó la danza de los millones, aunque nuestros religiosos no realizaron ninguna obra. En el mes de octubre de 1920 cesó el P. Froilán en sus funciones de Superior y Párroco, siendo sustituido interinamente por el P. Salvador de Palacio. En agosto de 1921 ya se encontraba de nuevo en la Provincia, siendo destinado primeramente a La Coruña (1922-1928) y, finalmente, a Vigo, donde siguió hasta su falleci– miento, ocurrido casi veinticinco años después. No había sentido grandes incomodidades en lo referente a su salud, aunque, según cuenta el P. Peridiello, los religiosos que toma– ron posesión de la parroquia de Cruces en 1919 se encontraban los tres enfermos. Sin embargo, durante los últimos años, se encontra– ba bastante afectado a causa de la alta tensión arterial que padecía. El 19 de diciembre de 1953 sufrió un ataque de apoplejía, que ter– minó causándole la muerte. Contaba 82 años de edad, 63 de vida religiosa y 57 de sacerdocio. El afecto de que gozaba en Vigo fue testimoniado por el nume– roso público que asistió a sus funerales. El P. Rionegro fue uno de los primeros religiosos que tomaron parte en las siempre difíciles tareas relacionadas con la puesta en funcionamiento de nuestras casas de América, aunque sus trabajos ministeriales estuvieron llenos de inconvenientes y complicaciones (de Maracaibo, como dijimos, hubo de salir desterrado con otros religiosos y tuvo que abandonar Bayamo para que allí se restable– ciera la paz). Más suerte y prestigio alcanzó con sus actuaciones en el campo de la investigación histórica, en su labor de comisionado por el Go– bierno de Venezuela para el estudio de documentos referentes a la historia de dicha nación: Roma, Madrid, Simancas, Sevilla... le pro- 1060