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Diclélllbre A mediados de 1961 hizo una nueva visita a España, con objeto de descansar y reponerse de sus achaques y enfermedades: se le propuso permanecer en la Provincia, pero él prefirió continuar sus trabajos en Venezuela, no en la misión sino en la Custodia, quedan– do destinado en la residencia de Maracaibo. No obstante su aparente robustez, Fray Darío padeció varias en– fermedades crónicas, principalmente reumatismo y neuralgias. Esas enfermedades le forzaron a abandonar la misión viva en los últimos años, aunque su corazón siguió viviendo siempre entre los indios del Orinoco y del Caroní. Éstos son los detalles sobre los últimos días de su vida: un viaje a Ciudad Bolívar, San Félix, Upata y la Gran Sabana, que él consideró como una «despedida»; y poco más de mes y medio internado en el hospital de Coromoto, donde fue atendido con la máxima solicitud por las Hermanas Misioneras y el Dr. Páez Bermúdez. Falleció en Maracaibo el 17 de diciembre de 1966 a la edad de 75 años, 57 de vida religiosa y 53 de actividad misionera en Puerto Rico y Venezuela. El pueblo de Upata lo declaró hijo predilecto con ocasión de ausentarse de aquella población los misioneros capuchi– nos, al reintegrarse la parroquia a la diócesis de Ciudad Bolívar. Entre las firmas que avalan este nombramiento está la de Menea de Leoni, que fue primera Dama de la República. Fray Darío estaba capacitado para realizar toda clase de traba– jos, y así lo demostró durante los más de cincuenta años de su vida misionera. Los centros misionales de Araguaimujo y Guayo (en el Delta Amacuro) y Kavanayén (en la Gran Sabana) tendrán consig– nados en sus crónicas los desvelos de este ejemplar hermano misio– nero. Pero, sobre todo, la parroquia de San Antonio de Upata recordará siempre a Fray Darío, tan activo y tan celoso como cual– quier sacerdote en la iglesia, en la construcción de capillas, en la catequesis, en la dirección del coro y en la organización de las festi– vidades. Aunque no pasó del estado de hermano no clérigo, su la– bor fue casi exactamente la de un Coadjutor que, según sus com- 1054

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