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---------- «Se fqá la entrega de Cumaná para el día 31 de octubre.» El 22 de junio de 1993, el Ministro General, Flavio Roberto Carraro, escribe al Superior de la Viceprovincia para comunicarle que ha «solicitado la supresión de El Convento de Maracaibo y Santa Inés de Cumaná. El 12 de agosto de 1993 firma en Roma el decreto de supre– sión de Santa Inés». El 26 de septiembre de 1993, el P. Jesús de la Torre, Viceprovin– cial en funciones, escribe al Sr. Arzobispo de Cumaná para comuni– carle las razones de nuestro abandono: «No tenemos personal suficiente para mantener nuestra presencia». El 31 de octubre de 1993 se firma por ambos el acta de entrega de la iglesia de Santa Inés de Cumaná. Así termina la presencia de los capuchinos y del P. Crisógono en esta ciudad. Con la nueva reorganización de la Viceprovincia, el P. Camarza– na fue destinado a Mérida como Párroco y Superior, pero no llegó a incorporarse a este nuevo destino. Durante el último período de descanso que había pasado en España se sometió a un riguroso examen médico para determinar el origen del malestar que experimentaba en sus piernas: al parecer se trataba de alteraciones en la circulación sanguínea y, como con– secuencia, una ligera insuficiencia cardíaca. Se le aconsejó vigilar el corazón. El trabajo excesivo y cierta despreocupación que tenía por no sentirse excesivamente grave fueron causa de que su salud siguie– ra deteriorándose. Últimamente, ya en Venezuela, aceptó someterse a un nuevo examen médico, pero no lo pudo realizar: un inespera– do infarto le provocó la muerte el día 4 de diciembre de 1993, cuando se encontraba en la ciudad de Mérida. Había cumplido 66 años de edad. El P. Crisógono -Valeriana Vega Panizo-fue un religioso muy trabajador, pero sin alardes de grandiosidad: cumplió sencillamente con su obligación como responsable de varias fraternidades en la Viceprovincia y teniendo a su cargo las diversas parroquias que se le 1000