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EL PROBLEMA DE LA RENOVACION DEL APOSTOLADO... 9 condiciones? ¿No habremos de tener en cuenta que cuanto se ha escrito en Francia, Suiza, Alemania sobre misiones (y en general sobre pastoral de hoy día) es ·fruto y consecuencia de largos estudios de sociología religiosa allí realizados? ¿Se han hecho esos· mismos estudios en España para saber si conviene. implantar aquí las mismas tácticas misionales, las mismas reformas que allí se han creído necesarias? Veamos en síntesis el diagnóstico socio– religioso, base de un aspecto importandsimo de la renovación de las misio– nes en esos países : 1) La descristianización en el sentido pleno de la palabra: "Se ha perdi– do la fe, el sentido de Dios, del pecado, de la Redención, de la vida y del más allá en zonas humanas inmensas, de modo que los creyentes son minoría. La religión en general, no interesa ni molesta. El gran mal de hoy no es la negligencia ni la perversión de costu.mbres. Es la falta de fe. Aun en zonas que practican, los cristianos conscientes son alarmante minoría. La mayoría son a lo más católicos rutinarios, practicantes de ritos sin sentido". 2) Como consecuencia ha desaparecido el "catecumenado social, es de– cir, el ambiente cristiano familiar, parroquial, social que antes aseguraban la fe en su edad consciente de los bautizados en edad inconsciente, sin más requisitos que una sencilla "pastoral de redil" de tipo catequístico, exhorta– tivo y práctico. En resumen : la comunidad humana vive hoy en un estado casi completo de irreligión social. La Iglesia se encuentra en una situación propiamente misionera. Francia es un país de misión. Hay que reconvertirla al. cristianismo. 3) Lógicamente, en esta situación religiosa, "las misiones clásicas" no interesan, Son tácticas apostólicas inadaptadas, ni siquiera se pueden predi– car porque la gente huye y no hay modo de reunirles para que escuchen a los misioneros". Es natural, donde no hay fe ni visión cristiana de la vida, del pecado, de la Redención, del destino eterno del hombre, será inútil in– tentar atraer a esta clase de predicación. En tal situación será necesaria la evangelización para la conversión a la fe, como en los países de misión. Y así es como se organizó "la misión interior" e_n Francia. Repito la pregunta: ¿Es éste nuestro caso, es ésta la situación de Es– paña en general, y de Hispanoamérica? Sinceramente, creo que no. En general, muy en general existe la fe (llamémosla si se quiere tradicional), existe la fe en Dios y en el destino eterno del hombre, se conoce el miste– rio _de la redención y· se cree en la divinidad de Cristo y en el misterio de la Eucaristía, y existe· también, en general, preocupación por· la vida eterna; aunque tengamos gue reconocer que podemos encontrarnos con individuos, con grupos y hasta con zonas humanas de descreídos. Acaso sea más acusado en nuestros ambientes el anticlericalismo que la irreligión, c~mo consecuencia del desconocimiento del misterio de la Iglesia,

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