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!.-ACTUALIDAD DEL PROBLEMA. POSICIONES EXTREMAS Y SUS "ARGUMENTOS" (1) Entre los problemas múltiples de la pastoral, no hay duda que el tema de las "Sagradas Misiones" es uno de los que preocupan de verdad, desde hace ya muchos años. El problema del apostolado exri-aordinario de las misiones está muy de actualidad. El afán de renovaci6n .en todos los frentes del apos- , tolado de la Iglesia, al compás del resurgimiento de las ciencias sagradas y de las orientaciones que exigen las nuevas características de la vida moderna, es natural que despertara también la i1:1quietud por la revisi6n y el deseo de poner al día este apostolado, por adaptar la práctica misional al momento hist6rico en que vivimos y a las necesidades de nuestro tiempo. Mucho se ha hablado en asambleas y cursillos, mucho se ha escrito en revistas y publicaciones eclesiásticas sobre esta modalidad del apotolado de la Iglesia, y creo que, en general, con el más sincero a1:1helo de hacer de él un auxiliar cada vez más dicaz de la pastoral ordinaria. Entre nosotros -y me refiero a lo que se ha escrito como cosa ong1- nal en España, donde, aún se echan mucho de menos los estudios ho1:1dos de teología misional y aun en general de teología pastoral- la temática de las misiones se ha centrado más bien en torno a la polémica sobre misiones tradicionales sí, misiones tradicionales _no; sobre el dilema: misiones a estilo clásico, misÍones "renovadas". 1Y aquí toda una escala de posiciones, desde el tradicionalismo o revisionismo a ultranza hasta una larga gama de posicio– nes medias de concesiones parciales a lo antiguo o a lo nuevo. Las actitudes se mantienen firmes, y creo interesante, antes de entrar en el enjuiciamiento de problemas más de fondo, presentar aquí las razones -más podríamos llamarlas censuras, críticas, actitudes defensivas- que se ha– .rajan por ambos bandos. Añadiré sí mis puntos de vista a las razones en cuesti6n. A) A las defrmsore~ de los métodos ;lásicos se les censura: l.º Su conformismo y su inmovilidad, su convicci6n de que nada hay que cambiar, porque están convencidos, o de que el ambiente religioso y (1) A lo largo de todo este. trabajo las llamaremos así por atenernos .a la denominaci6n que les da el derecho can6nico, con preferencia a otros nombres como misiones populares, misiot1es parroquiales, etc.