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EL PROBLEMA DE LA RENOVACION DEL APOSTOLADO..• 11 de todavía producir una renovaci6n apreciable de las. prácticas religiosas y de la vida cristiana en las parroquias más o menos afianzadas, en las que la tradici6n cristiana permanece aún s6lida. Pero expresan su preocupaci6n con esta pregunta : "¿ Existen en la actualidad muchas de estas parroquias?". En lo que respecta a España e Hispanoamérica hemos dado nuestra opini6n ftmdada en experiencias. De todos mcfdos, la sociología religiosa tie– ne la palabra en este asunto. Será menester en cada caso concreto estudiar el ambiente donde se ha de misionar. b) Misiones teocéntricas o antropocéntricas Acabo de referirme a la voluntad salyífica y a la gracia de Dios y a la cooperaci6n del hombre en la obra de la salvaci6n. Con estas palabras quec da abierto el camino al problema más acuciante, no s6lo de las Sagradas Mi– siones sino de toda la pastoral, y también llegamos con esto al argumento teológico de la discusi6n sobre la renovaci6n del apostolado misional. Toda la actividad pastoral de la Iglesia es ministerio de salvación y dentro de esta finalidad genérica, las Sagradas Misiones son apostolado de conversi6n y reforma para la salvaci6n. Pero la salvaci6n ¿ es obra de Dios o del hombre? Claro que en cierto sentido la pregunta en sí misma tiene ri– betes de herejía. La salvaci6n que no es otra cosa que la elevaci6n al orden sobrenatural, el don divino de la gracia como germen y la gloria celestial como consumaci6n, no puede ser sino obra exclusiva de Dios, don gratuito sin mérito ni exigencia ninguna por parte del hombre, pero queda el mis– terio de la libertad humana frente a ,la voluntad salvífica de Dios y la ne– cesaria aceptaci6n por parte del hombre de la gracia divina para que la salvaci6n pueda ser en él una realidad. La pregunta, concretándonos al apostolado de las misiones, podemos for– mularla así: ¿ El mensaje de salvaci6n, el kerigma de la salud que han de llevar al pueblo cristiano las Sagradas Misiones ha de proclamar principalc mente o exclusivamente las obras salvíficas de Dios, "magnalia Dei" o han de ser también un pregón, una llamada urgente a la colaboraci6n del hombre? Hoy se acusa, en todos los tonos, a la teología, a la pastoral, a la pre– dicaci6n, a la espiritualidad cat6lica de los últimos siglos, ·de excesivo an– tropocentrismo, de haber centrado el estudio y la enseñanza religiosa en el hombre, de haberse dedicado a urgir el esfuerzo personal en la obra de la salvaci6n y de la santificaci6n, descuidando los aspectos, mucho más impor– tantes, de la acci611 salvífica de Dios en Cristo Jesús, y el misterio de la Iglesia que salva por el Espíritu Santo. Como ejemplos clásicos de estas "desviaciones" se cita la Imitaci6n de Cristo con su "espiritualidad más o menos dogmática a partir del hombre", los Ejercicios de San Ignacio, cuya tendencia aparece ya en el mismo título del libro: "Ejercicios para venc~.r el hombre a sí mismo y ordenar su vida".