BCCCAP00000000000000000000697

70 REVISTA ESPAÑOLA DE TEOLOGIA.-Tarsicio de Azcona por Santiago. Los tratadistas describen la ciudad de Zaragoza sur– cada por galerías o catacumbas, orientadas hacia la misma. En di– chas galerías se guarecían los cristianos zaragozanos en tiempo de persecución. Quien tan sólo se haya asomado a la historia de la Iglesia en su período de ilicitud, desconfiará pronto de semejantes descripciones. Y quien conozca los resultados de las exploraciones en el subsuelo correspondiente a dicha capilla angélica desconfiará todavía con más razón de cuanto escriben estudiosos bien mo– dernos 38 • Siempre se ha recurrido al mejor poeta latino del cristianismo primitivo, a Prudencia. Se ha leído y traducido el himno IV de su Peristephanon en honor de los 18 mártires de Zaragoza. Invitamos al lector a que lea la traducción de Pedro Corro o la del mismo Menéndez y Pelayo, y por otra parte, la traducción del mejor es– pecialista de nuestros días,' el Padre Isidoro Rodríguez, con su estu– dio sobre la mariología de Prudencia; le invitamos a que él mismo saque sus conclusiones. La tradición pilarista gana poco con seme– jante distorsión de los textos, al servicio de una exaltación máxima de las glorias de la ciudad de Zaragoza, sólo inferior a Roma 39 • Y vamos con el tercer ejemplo. Desde 1181 se había concedido a la iglesia de santa María la Mayor los diezmos y primicias de la iglesia de Híjar. Estos bienes tentaron a principio del siglo XIV a don Pedro Fernández, señor de Híjar, que obtuvo una concesión pontificia sobre los mismos. El cabildo recurrió contra tal conce– sión, alegando entre otras razones que sería indecoroso dañar a dicha iglesia "antiquior omnibus aliis ecclesiis in dicta Civitate et in tota Ispania constitutis", pues como se encuentra en las Crónicas, esta iglesia fue fundada en el año 40 (XL)º (l°) después de la Encarna– ción y así es la más antigua" 40 • De este documento se podrá sacar relativas conclusiones a la antigüedad de la iglesia de santa María la Mayor; pero ¿se puede asentar que fue erigida en el año 41, o con la corrección del autor en el 40, y que la alusión a las Cró– nicas quiere decir que el dato se toma de documentos históricos 3 s A. Beltrán, 'Nota sobre algunos hallazgos romanos en el templo del Pilar'. Caesaraugusta 6 (1955) 251-252; esta nota del conocido y eminente arqueólogo es muy breve, pero muy expresiva. El ya desaparecido F. Iñíguez Alrnech hubiera podido añadir más datos sobre este terna. Parece que funcionó la censura eclesiástica a la hora de publicar los resultados de las exploraciones. 39 Aurelio Prudencio, Obras completas, edición bilingüe... J. Guillén-Isidoro Ro– dríguez... (BAO; Madrid 1950) 538-551. Insistimos en los valores de esta traducción, ya que no es fácil traducir bien a Prudencio, ni siquiera para buenos latinistas. .. I. Rodríguez, •Mariología de Prudencio', Estudios Marianos 5 (1946) 347-358; deben ·mirarse en este estudio quienes forjan elucubraciones pilaristas, partiendo del him– no IV del Peristephanon. 40 F. Gutiérrez Lasanta, Historia de la Virgen del Pilar 196-201, donde analiza el documento sin rigor crítico, y 460-464, donde da el texto. Reconoce que el original ha sido raspado vilmente, precisamente en el lugar donde se da la fecha. El por su cuenta no lee 41, sino 40. De seguro que el autor cae en la cuenta de que el docu– mento fue escrito en el rnisrno año de la erección de la iglesia metropolitana. En la historia del Pilar influyó esta erección metropolitana y la dualidad de cabildos.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz