BCCCAP00000000000000000000696

S E quedaron tus manos paradas en el viento; ni mármol son, ni piedra, ni hierro, ni cemento. Francisco de Asís, eres humanismo cercano que a todo ser viviente, al Hombre, llama hermano. Estás entre nosotros riente y compasivo, con la paz en tus brazos, ni paloma ni olivo, ni lobo hecho cordero. Paz es fraternidad, abrazo, compasión y beso y caridad. Del pedestal desciende. Lo tuyo es el camino, la tierra humilde abierta hacia cualquier destino. Jamás tu pie desnudo podrá quedarse quieto: harás la piedra viva, el hierro se hará inquieto. No vienes a quedarte en el jard(n de adorno, hecho estatua silente, ausente del entorno de la vida que bulle pujantP a di.c;+w1-;'ir'~ Hoy la ciudad te ofrece calurosa acogida. Hermosamente bella -divina- humana suerte León trepida y ora, trabaja y se divierte. Modernas avenidas la ciudad configuran, las gentes en las calles sus pasos apresuran. Caminan al futuro, no exentas de pecado, y a ti, pobre Francisco, te urgen un recado: "Pasea entre nosotros, tu mensaje recita, . ese que tú bien sabes y el mundo necesita. Ese que de paz habla, de consenso y de bien. Donde haya odio tus pasos como amigo detén. Ama todas las calles, plazuelas, arbolados, los "pubs", los clubs, las aulas, talleres y mercados. Aspira a ser, Francisco, perdido entre el gentío , el hermano de todos con gentil desafío. Peregrino hace siglos por la ciudad pasaste y entre nobles y reyes esculpido quedaste...

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz