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272 VICENTE MUÑIZ RODRIGUEZ cado, a la posición del hombre frente al ser o frente al otro respecto al ser. Quizás el hombre haya descubierto ya todas las formas básicas de expresión simbólica de su ser, pero dentro de éstas todavía quedan posibilidades infi– nitas. Esta variedad, dentro de cada forma o sistema simbólico, no depende de ninguna de las relaciones anteriormente examinadas, sino que pertenece a la dimensión histórica del símbolo en su forma expresiva del ser humano y es irreductible a las demás. E. Nicol enuncia de esta manera esta última relación simbólica. "Todo símbolo, dentro de su sistema y su orden de sen– tido propios, guarda relación con su pasado histór\co, y la función comuni– cativa y significativa que puede cumplir en una situación presente depende también de esa relación con su pasado". * * * A título final, quisiera indicar que las intuiciones privilegiadas de E. Nicol sobre las que descansa y mueve su pensamiento cobran gran vigencia en la actualidad, en dos dimensiones: la del acceso inmediato al ser en su expre– sión y la del ser que se da comunitariamente. En efecto, no podemos olvidar, hoy, la gran corriente de pensamiento que haciendo evolucionar a la filosofía desde lo gnoseológico defiende como objeto suyo propio y formal al lenguaje. A la filosofía del ser como un qué realista, le sucedió la del pensamiento. Y hoy es el lenguaje. Quien analice éste, analizará el pensamiento que con– tiene y con él lo que de objetivo tenga. Por otro lado, el diálogo es marco común del pensamiento actual. Piénsese en la filosofía de Martin Buber. La superación dialéctica del robinson filósofo orteguiano reside en el tú. No descubrir el tú en mi yo. Sino al revés. Hallar en tú, nuestra imagen y nuestra idea expresiva humana. El horizonte de E. Nicol bien porque en él se debata, bien porque quiera salirse de él o quiera permanecer en él, es el del historicismo y el simbólico de E. Cassirer. A ellos hay que añadir el método fenomenológico, concebido con ciertas particularidades y que sirve para instaurar el método metafísico basado en los tres movimietos natos o expresivos del hombre: gesto, postura y lenguaje. Sobre todo, es este último quien recaba para sí las mayores y mejores atenciones de E. Nicol. VICENTE MUÑIZ RODRÍGUEZ

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