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CRISTO Y MARIA EN EL PENSAMIENTO DE DUNS ESCOTO 555 ciable en todo el acontecimiento. Vamos en su contexto la respuesta de Escoto "entonces". Los teólogos cristianos occidentales, hasta nuestros días, realizaban una lectura de la historia y economía de salvación cuyos rasgos generales eran: la dividían en dos períodos/etapas netamente distintos: economía prelapsaria, supralapsaria. Paradisíaca; y economía, historia infralapsaria, postlapsaria. La economía paradisíaca se basa en el supuesto de la historicidad del individuo 'Adán', tan real y densa como la de Pablo de Tarso. Agraciado por Dios con· un estatuto teológico de amistad y gracia divina tan real e incluso más cum– plido que el que pudo tener Francisco de Asís. En esta primera etapa - según la mayoría de los teólogos- no estaba prevista la encarnación del Hijo de Dios. Los llamados 'escotistas', como consecuencia de su tesis sobre el primado absoluto de Cristo, pensaban que también en la economía paradisíaca la gracia que se concedía al hombre/humanidad paradisíaca estaba fundada sobre Cristo: era 'gracia de Cristo' como la que ahora disfrutamos los humanos. Pero, según la mencionada distinción ofrecida por Escoto, el Hijo de Dios, de haber perdurado semejante economía, se habría humanado en una naturaleza humana 'gloriosa'. En la circunstancia vital en que vivía y escribía Escoto, dentro de la teología católica de Occidente, la mencionada distinción resultó discutible y discutida. Aunque muy 'razonable' y libre de estridencias, dentro de la tesis escotista sobre el primado de Cristo, tal como se veía "entonces". La propuesta de Escoto "ahora". En mi opinión resulta inaceptable, dentro del sentido y lógica profunda de la tesis del primado de Cristo, la mencionada distinción escotiana entre encarnación "gloriosa" y encarnación "pasible". Es indudable que, "con el correr de los tiempos siempre ha crecido el conocimiento de la verdad' (Escoto). Por eso, no tenemos inconveniente en decir que "entonces" (hacia 1308) la propuesta del Doctor Sutil pudo ser razonable y asumible por la teología de la época. Pero " ahora - hacia 2008 - resulta ,en mi opinión, insostenible tal distinción. En efecto, no hay base suficiente para hablar de una doble economía de salvación, supralapsaria e infralapsaria. No ha existido nunca más que una y única historia y economía de que salvación, que avanza en fonna linear, ascendente, sin quiebras ni duplicidades desde el punto Alfa/Cristo, hasta el punto Omega/ Cristo. En el lenguaje de la antropología científica una historia única que comienza con los primeros ejemplares de la especie "homo– hombre" dentro de un único proceso evolutivo. Y prosigue hasta que culmine la estancia de la especie "horno" sobre el planeta tierra. Adán, su paraíso, su caída (que habría quebrado en dos el proceso) son realidades que pertenecen al mito, al símbolo, al folklore, pero no a la ciencia. Ni a la ciencia

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