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180 MELCHOR DE POBLADURa reclamaciones que se nos han dirigido" 62 • Es probable que la orden se comunicara simultáneamente a los dos interesados; pero la no– ticia llegó antes a Pamp": :,na, residencia del padre Francisco, que a Sanlúcar de Barrame<la, donde se encontraba el padre Esteban 63 • El primer eco de tan drástica e inesperada medida lo encontramos en la carta, que el padre Estanislao de Reus 64 , vicario de Pamplona, dirigió el día 14 al padre Esteban. Acababa de regresar de un~ gira apostólica por el valle de Baztán, y el superior, padre Camilo de Ci– rauqui, "casi con las lágrimas en los ojos", le había comunicado la triste y dolorosa noticia, que embargaba su corazón de la más amarga pena, así "por la mala partida" que le habían jugado al vicecomisa– rio, como por los inevitables y desagradables trastornos que acarrea– ría al bienestar y al progreso de la Orden recién restaurada. Casi contemporáneamente a esta misiva, debió de llegar a manos del padre Esteban la orden de destitución, enviada por el comisario directamente desde Roma. 2. APELACIÓN DEL PADRE ESTEBAN El golpe recibido era violento, no sólo por lo inesperado, sino también y principalmente por las razones que, sin enunciarlas, dejaba entrever aquella orden, y tal vez más que nada por el fin que se pre– tendía, que no era ciertamente humillar o desprestigiar a una per– sona, aunque ésta fuera de tanto relieve y significación como el padre Esteban, sino entorpecer e impedir el logro de una causa que se había servido con empeño y lealtad, con la mira puesta en un fin santo y noble. Ante la disyuntiva que presentaba la iniciativa del comisario: o callarse y dejar que las cosas siguieran su curso, o <=Xigir una justifi– cación de aquella conducta desconcertante, el padre Esteban optó 62. Reproducimos el texto en los Doc. 4 y II tal como lo transcrib'ió el Padre Esteban en las cartas enviadas a las comunidades y a Roma. 63. "Su residencia habitual era el convento de Sanlúcar de Barrameda, excep– to dos meses y medio, febrero, marzo y abril de 1880, que vivió en Lucena al frente de las obras de aquel convento". Gumersindo de EsTELLA, ob. cit., 476. 64. Fue uno de los campeones más decididos de la unión. A fines de 1880 se trasladó a Roma, aconsejado por el pro;"incial de Navarra, Francisco de Viana, y expuso detalladamente la situación de los capuchinos españoles en un memorial ele– vado a la Santa Sede, que se conserva autógrafo en ARcH. VAT., Congr. Vescovi e Regolari: Cappuccini-Spagna. Murió en Valencia el 28 de octubre de 1918. Cf. Eugenio de VALENCIA, N ecrologio, 354 n. 2. 544. Copiamos el texto de esta carta en el Doc. 5.

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