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TEORIA DEL CONOCIMIENTO 417 stancias que las mías. Ni la luz, ni el retrato, ni la plabra son por su esencia necesariamente imágenes de tales objetos o ideas: Mas en las criaturas relacionadas con Dios no acontece así: la imagen, la « correspondencia », es nmcho más perfecta: aguí no se da cosa ó elemento alguno que no sea imagen. En las criaturas todo el ser (materia y forma, propiedades y accidentes, facultades y actos) y en cuanto a toda su entidad y desde todos los aspectos posibles, es « imitación » de Dios: imitación limitada y por eso mismo múltiple con diversidad y variación; pero toda y total– mente imitación de Dios. Y esto lo son de modo esencial y ne– cesario, sin ,que pueda existir en la realidad cosa alguna que no sea imagen de Hacedor y Ejemplar Supremo. Luego en si toda cria– tura, obeto de nuestro conocimiento, su verdad es su ser: si su· ser es « imagen de Dios»: y si la regla para apreciar la verdad de una imagen es el objeto imitado; tenemos que las ideas ejemplares de Dios son la regla por la que nuestra mente conoce la verdad . de las cosas 15 • Por lo tanto,· en el conocimiento intelectual de todas las cosas tiene que intervenir la razón eterna como reguladora de tal cono– cimiento: porque éste no debe hacer otra cosa más que representar el objeto como es; y en esta representación fiel consiste la verdad lógica, es decir, en esta adecuación del entendimiento represen- tando con el objeto existente, el cual es la verdad ontológica: « verum est id quod est ». En resumen: Nuestra mente ha de conocer el arte eterna para llegar a conocer con certeza cualquier objeto. ¿ Por qué ? Porque la verdad de nuestro conocimiento depende de representar su objeto tal cual es: éste desde cualquier punto de vista que se lo considere, es una fotografía, « pictura », « umbra», « simulacrum », de Dios: y como no es posible saber que una pintura es verdadera sino en orden al ejemplar representado, síguese que es de la esencia misma del conocimiento intelectual - para poder ser verdadero - 15 « Omnes creaturae istius sensibilis mundi... illius primi principii potentissimi, sa– pientissimi .et optimi, illius aeternae originis, lucis et plenitudinis, illius, inquam, artis efficientis; exemplantis et ordinantis sunt umbrae, resonantiae et picturae, sunt vestigia, simulacra et spectacula nobis ad contuendum Deum proposita et signa divinitus data: quae, inquam, sunt exemplaria vel potius exemplata, proposita mentibus adhuc rudibus et sensibilibus, ut per sensibilia, quae vident, transferantur ad intelligibilia, qtiae non vi-. dent, tanquam per signa. ad signata ». Itinerarium, c. II, n. 11 (V, 302). S. Bonaventura ·III. 27
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