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306 BUENAVENTU~A DE CARROCERA Una vez más lo solicitó el P. Francisco de la Puente en 1679, pero que no fuese en Caracas sino en La Guaira, lo cual no agradó mucho, al fiscal del Consejo; objetaba que en esto había sus inconvenientes, insistiendo maliciosamente en que los capuchinos querían ahora le– vantar hospicio para fundar luego convento 88 • Y, como nada prácti– co se logró, en 1685 volvía a la carga el P. Félix de Artajona, con– testando el Consejo que no había en ello inconveniente alguno 89 •. Finalmente, el 10 de mayo de 1704, por cédula real se concedían unas casas en la ciudad de Cumaná para hospicio de los misioneros de esta provincia 90 • Sin embargo, la realidad fue que el tan anhelado, hospicio no se logró hasta 1713, estableciéndose en la población mi– sional de Santa María de los Angeles del Guácharo 9 1, el que, por cédula del 20 de agosto de 1770, fue trasladado a la del Santo Angel Custodio de Caripe. Al igual que los de Cumaná, lo tuvieron asimismo, aunque bas– tante más tarde, los capuchinos navarros de la misión de Maracaibo,. en 1761, en la capital de la provincia; los valencianos, de la de Santa Marta, en Valledupar, en 1786; los andaluces, de Caracas y Barinas,. en la ciudad de Caracas, en 1788, y por fin los catalanes de las misio– nes de Guayana, en la capital de este mismo nombre. Estos hospicios fueron casas de más amplitud y comodidad que las de las misiones, de clima benigno y saludable, donde podían cu– rarse los enfermos, recogerse los ancianos, aclimatarse los nuevos que llegaban de España y aprender allí la lengua de los naturales, así como oir de los antiguos lecciones de su experiencia misionera. Fueron igualmente sitios a propósito para el recogimiento y para ha– cer anualmente los ejercicios espirituales. De todos modos necesitaron todos para su establecimiento la aprobación expresa del Consejo de Indias, quizás porque se suminis-– traba el oportuno subsidio de cera, harina, vino y ornamento para sus iglesias. V. - INFORME Y PARECER DEL CONSEJO DE INDIAS SOBRE LAS MISIONES: CAPUCHINAS EN AMÉRICA A lo expuesto sólo queremos agregar que, afortunadamente, no hubo ni conflictos ni discusiones de mayor monta ni, menos aún, pleitos entre el Consejo de Indias y los misioneros capuchinos en ss Parecer del fiscal (22 diciembre 1679) (AGI, Santo Domingo, 641). 8 9 Determinación del Consejo (25 enero 1686) (AGI, Santo Domingo, 192). 90 Cédula real (10 mayo 1704) (AGI, Santo Domingo, 644). 9t MATEO DE ANGUIAN0, O.F.M.Cap., Misiones apostólicas de los Capuchinos de estas pro– vincias de España en varias partes de la América, en RIONEGR0, Relaciones II, 182.

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