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.302 BUENAVENTURA DE CARROCERA entonces tenía de duración el cargo de general de la Orden, pero luego el Consejo determinó fuese vitalicio y, quien lo ejerciese, no pudiese renunciar a él7 4 • Según estaba estatuido, debía ser procurador un religioso de la provincia de Andalucía. Así sucedió hasta que, hacia 1780, la procu– raduría fué trasladada a Madrid junto con el archivo, siendo de allí en adelante desempeñada alternativamente y por septenios por reli– giosos de las distintas provincias. Su riquísimo archivo fué catalo– .gado en 1790 por el entonces procurador P. José Bernardo de Espera 75 • También el cargo de comisario lo desempeñó el provincial de Andalucía hasta mediados del siglo XVIII. Al confiarse en 1749 la misión de Maracaibo a la provincia de Navarra, los superiores de ésta obtuvieron del Consejo que su provincial fuese el comisario de esta misión. El mismo favor pidieron y consiguieron en 1753 los de Aragón respecto de su misión de Cumaná, y, a su ejemplo, lo solicitaron y lograron las provincias de Valencia y Cataluña para sus misiones de Santa Marta y Maracaibo y Guayana. De tal modo que, desde el último cuarto del siglo XVIII y en adelante, el procurador era el que centra– lizaba la marcha de las misiones españolas 76 • De todos modos esos cargos dependieron siempre del Consejo de Indias con el que tuvieron un continuo contacto. El fue también el. que en 1707 aprobó las Ordenaciones por las que luego se rigieron las misiones capuchinas en América 77 • IV. - ¿POR QUÉ LOS CAPUCHINOS, TENIENDO MISIONES EN AMÉRICA, NO FUNDARON ALLÍ CONVENTOS? Ese fue ciertamente el hecho que contrasta sobremanera cuando .se tiene presente que otras órdenes religiosas no sólo fundaron con- 7 • Comunicado del rey al P. Provincial de Andalucía (Madrid, 11 junio 1699) (ibid.) y al P. General (N. CORDUBENSIS, op. cit., 132). 75 Este catálogo, muy resumido, puede verse en AGI, Indiferente, 286; fue publicado por el P. RIONEGRo, Misiones de los Padres Capuchinos, Pontevedra 1929, 276-294. La casi totalidad de los documentos que formaban este riquísimo Archivo de Misiones, debieron perderse durante la guerra de la independencia española (1808-1814). Algunos tomos de la sección de Mss. de la BN. de Madrid, por ejemplo el 3561, pertenecieron a él. 76 Para todo lo relacionado con la historia y vicisitudes del cargo de comisario ge– neral de misiones cf. CARLOS DE ARDALES, O.F.M.Cap., Representación, que ofrece a los reales pies de la Majestad del Señor D. Fernando VI, el Provincial de Menores Capuchinos de la Santa Provincia de Andalucía y Comisario General de las Misiones de la misma Religión establecidas en los dominios de Indias, Madrid [1757]. 29 ff. 11 Ordenaciones hechas para las Misiones y sus Misionarios de las Indias Occidentales (cf. N. CoRDUBENSIS, op. cit., 141-156); fueron reformadas más tarde con este título: Estatutos .Y ordenaciones de las misiones de los RR.PP. Capuchinos en las provincias de América... últimamente registradas en el de 1739 por el P. Francisco M•. de Arenzano, Valencia 1763, -36 pp.

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