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298 BUENAVENTURA DE CARROCERA que ahora están en ella, se agreguen y queden sujetos al Provincial de la provincia de Andalucía como Comisario de esta misión » 53 • Era de su incumbencia, como en la misma cédula se decía, elegir los misioneros que debían ser enviados a las misiones de América: que fuesen « sujetos de. toda aprobación y espíritu, en quien concu– rran todas las partes de virtud, prudencia y letras que se requiere para fin tan alto, en que ha de interesar tanto el servicio de nuestro Señor». Tal designación fué comunicada por el P. Francisco de Jerez, a la sazón provincial de Andalucía, al general de la Orden, P. Marco– Antonio de Carpenédolo, quien aprobó el cargo, expresando al mismo tiempo la creencia de que igualmente se había dado conocimiento al P. Procurador « a fin de que éste pudiese informar a la Congre– gación», lo que él pensaba hacer también 54 • La misma aprobación se dio por el siguiente general de la Orden, P. Fortunato de Cadore, a petición de los superiores de la provincia de Andalucía (Roma, 24 junio 1667) 55 • Y cuatro años después el P. Provincial, José de Campos, pedía a su vez la confirmación del cargo, pero al mismo tiempo exponía que así como en nombre del Rey Católico corría por su cuenta el gobierno de la misión de Caracas, el P. General le concediese gobernar en su nombre, y haciendo sus veces, los misioneros « dando, las providencias que fuesen necesarias así en las cosas espirituales como temporales». A ello accedió el P. Esteban de Cesena, autorizán– dole a que por él visitase los misioneros que fuesen enviados por el rey (Roma, 25 mayo 1671) 56 • Posteriormente volvía a confirmar al provincial de Andalucía en el cargo de comisario, dándole además, toda su autoridad, de tal modo que los misioneros, así presentes como futuros, le obedeciesen y estuviesen sujetos, como también a los prefectos y vice-prefectos nombrados por los superiores de dicha provincia. Le exhortaba asimismo a que atendiese a la conservac1on y aumento de aquella misión, enviando a ella sujetos fervorosos y trabajadores 57 • En virtud de esas facultades el P. Comisario obraba con entera independencia del superior de la Orden, sin pedir siquiera su permiso para enviar misioneros. Para eso se entendía directamente con el Consejo de Indias, presentándole las listas y solicitando de él per- 53 N, CoRDUBENSIS, op. ctt., 119. 54 Contestación del P. General al P. Jerez (Mastric, 4 febrero 1664) (ibid.). 55 N. CORDUBENSIS, op. cit., 121. 58 /bid. 57 Esta decisión fue tomada por el P. General y su definitorio (Roma, 16 junio 1671)• (ibid., 122).

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