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168 Ara ha mantenido la distinción entre formación general y especial? Si se hubiera añadido el adjetivo general al término formación de las constituciones ror y rr8, tal vez se hubieran evitado los muchos problemas que suscita su interpretación y hecho inutil el « studia rite expleverint )) de la constitución ror. La formación general no es obra de un determinado período; se comparte con la formación especial durante el período de la ini– ciación y se adquiere cuando el religioso se ha capacitado para el ejercicio del apostolado y obras específicas de su vocación capuchina. Prentende hacer al hombre, al cristiano, al religioso capaz de una misión ministerial, si se trata de clérigos, y de las demás obras apo– stólicas, si es un Hermano no llamado a las órdenes sagradas. Se caracteriza por el plan de estudios, apropiado a las diversas clases de actividad apostólica, en cuyo deredor gira el resto del plan de formación, no como subordinado a los estudios, sino como elemento potenciador y básico que hace que éstos adquieran la peculiaridad formativa de instrumento preparatorio a una profesión apostó– lica (63). La Ratio Institutionis, y el plan de estudios, éste diverso según las clases de miembros de la Fraternidad, deben servir a la forma– ción del profesional apostólico que llamamos sacerdote o Hermano no clérigo, ambos religiosos capuchinos. Deben valorar la oración y el trabajo, la contemplación y la acción apostólica o caritativa, el contacto con el mundo y la vida fraterna entre los Hermanos, la formación franciscana y la técnica, tratando de armonizar estos variados elementos de forma que los jóvenes aspirantes a la vida religiosa capuchina experienten el defícil equilibrio entre la vida (63) Las nuevas Constituciones de los Franciscanos en el capítulo VII, títu– lo V, arts 187 ss. han llamado a la formación general formación doctrinal y técnica. Cfr. Regula et Constitutiones Generales Ordinis Fratrum Minorum, Curia generalis Ordinis, Romae 1969, p. 82 ss. Algunos de los Padre Capitulares Ca– puchinos formularon un modo en este sentido y, tal vez, así se explique que la constitución 129 contraponga a formación apostólica la formación intelectual y técnica.