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La renovación acomodada de la formación 159 El tiempo de la formación para la vida religiosa esta clasificado en las nuevas Constituciones capuchinas en dos categorías: la for– mación especial y la formación general. a) Formación especial o iniciación: comprende los tres periodos a que hace referencia expresa la Instrucción « Renovationis Cau– sam >>, a saber, el postulantado, el noviciado y la profesión o vin– culación temporal. Tiene como finalidad iniciar en la vida religiosa capuchina al candidato que se incorpora ya a la Fraternidad; du– rante el período de la formación especial o iniciación el aspirante se ejercita en la vida común y fraterna, en el trabajo apostólico o de servicio a los demás Hermanos y en la práctiva de los votos. La práctica de la vida común, las horas de oración mental, la refle– xión personal, las lecturas e instrucciones piadosas llevan al aspi– rante a gustar de la armoniosa unidad que debe existir entre la contemplació n y la acción apostólica en la vida capuchina, unidad que es uno de los valores fundamentales y primarios de toda vida consagrada, preferentemente apostólica (3r). Postulantado : Es el primer período de la iniciación; los candi– datos completan su formación humana, adquieren un sentido más profundo de la vida cristiana y son introducidos gradualmente a la vida fraterna capuchina (32). El postulantado es obligatorio para todos clase de aspirantes; no se hace distinción. Todos, tanto los que se preparan a las órdenes sagradas como los aspirantes a las actividades apostólicas no mi– nisteriales, deberán suscribir el documento público pertinente, nna vez admitidos por el Superior provinciai (3 1 ). Esta intervención del Superior provincial para la admisión al postulantado no es requerida por la Instrucción ni por el Código de Derecho Canónico; se explica por el hecho de que el postulante ingresa ya en la Fraternidad u Orden, como expresamente lo proclama la constitución 22. Respon- (3r) Cfr. Ibidem, 5. (32) Const. 22. (33) Const. r6.