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se le exige que adopte esa actitud, hacia adentro y hacia afuera. Israel no deberá olvidar nunca que «fuiste esclavo en el país de Egipto» (Dt 5, 15). c) Compasión Es una concreción de la solidaridad. El Dios de la alianza es un Dios compasivo (Ex 34, 6). En el Código de la alianza (Ex 20, 22; 23, 33) se encuen– tran llamadas bien precisas a la compasión interhu– mana (Ex 22, 20-23, 25-26), motivadas por la com– pasión de Dios (Ex 20, 26). La compasión no es sólo un sentimiento, sino un con-sentimiento, una implicación salvadora de la situación y de la persona indigente. La compasión debe arropar y dar calor a cuantas situaciones dete– rioradas dejan desvalidos individual y socialmente. «Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás al ponerse el sol, porque con él se abri– ga; es el vestido de su cuerpo. ¿Sobre qué va a dor– mir, si no? Clamará a mí, y yo le oiré, porque yo soy compasivo» (Ex 22, 25-26). d) Justicia La práctica de la justicia aparece como una exi– gencia del pacto de la alianza. Así se lo recordará Moisés: «Tal será nuestra justicia: guardar y poner cabalmente en práctica todos estos mandamien– tos ante Yahvé, nuestro Dios, como él nos ha pres– crito» (Dt 6, 25). Entre los que se hayan exigencias como éstas: «No tuerzas el derecho de un pobre en su pleito; aléjate de causas mentirosas, no qui– tes la vida al inocente y al justo; y no absuelvas 215