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86 «... el Señor me dio hermanos» Huyo de todo artificio en mi ministerio, porque me lleva toda la atención la sinceridad y lisura con que quiere Dios propongamos a todos su divina palabra, y que tiene a su cargo darle la virtud que nosotros no podemos de modo alguno. «Los autores morales que más tengo en uso son el iltmo. Ge– net, el padre Besombes, Collet ilustrador de Pontas, el iltmo. Ligo– rio, el padre Bancel, Morales divi Thomae, algo del padre Concina y los demás que V.E. en su apreciable instrucción señala. «Este es, Excmo. Sr., el método que sigo en mis misiones. He molestado con su relación a V.E., para que, si merece su aproba– ción, lo siga, y, si tiene algo que variar para su arzobispado, me lo prevenga, pues quiero ir en todo conforme a su modo de pensar, como un coadjutor suyo, que es lo que mi padre san Francisco nos aconseja y el nombre que nos da o título que señala a los mi– sioneros. Este rumbo he seguido en las Andalucías y, con la gracia del Señor, he cogido copiosos frutos. Me persuado que, siendo los castellanos más dóciles y no de genios tan fuertes, no será en ellos inferior al aprovechamiento» ... Talante de misionero Esta carta dirigida al arzobispo de Toledo comenzaba con el agradecimiento de fray Diego José por los títulos que, para confesar y predicar en su arzobispado, le había remitido. Y luego añadía: «Las sabias y prudentes instrucciones que V.E. ha tenido a bien darme, son tan acomodadas a mi modo de pensar que parece leía vuestra excelencia mi corazón cuando las escribía. Yo las he apre– ciado tanto como si el mismo Dios me las hubiese visiblemente co– municado y espero en el Señor tengan su logro en mucha parte los intentos de vuestra excelencia. A éstos apetezco eficazmente con– tribuir y para ello quiero que vuestra excelencia cuente con este po– bre religioso y sus facultades todas, disponiendo de mí lo que y como guste en orden al fin ya expresado». Se habría observado que el «pobre religioso» no se ha limitado a exponer escuetamente su método de misiones, sino que con cuatro felices pinceladas ha diseñado su autorretrato al manifestar sus preferencias morales en el trato con las almas. Al año siguiente,