BCCCAP00000000000000000000682
' FELIX DE NICOSIA 43 .Se armó de valor y repitió su «sea por el amor de Dios», volviendo a sus tareas habituales. Años más tarde, hizo un nuevo intento. Y, por tercera vez, le fue dicho «no». En el entretanto, murieron sus padres y quedó solo en la vida. Liberado de la responsabilidad del cuidado de sus progenitores -quizás fuese esta razón la que motivaba la negativa de los capuchinos- Jacobo repitió su demanda. Y por cuarta vez fue rechazado. Por algunos años más, aguardó rezando y esperando confiadamente. Para entonces, contaba Jacobo 28 años. En 1743, un nuevo provincial de los capuchinos de Messina -el padre Buenaventura de Aleara- fue a Nicosia a visitar a sus frailes. Allí fue también Jacobo, para presentar nuevamente su petición de admisión en la Orden. Esta vez le fue contestada afirmativamente. Era el «sí» tan querido y esperado. En los primeros días de octubre, una vez que se despidió de sus hermanos y hermanas y arregló sus pobres nego– cios, Jacobo ingresó en el noviciado capuchino, ubicado en el con– vento de Mistretta. Allí vistió el hábito por el que tanto había suspi– rado y comenzó a vivir la vida de oración, penitencia y trabajo de los capuchinos, bajo la dirección espiritual de un austero maes– tro: el padre Miguel Angel. Nombre y programa de un santo Recibió, en la toma de hábito, el no.mbre de fray Félix y, con ello probablemente, el maestro de novicios le quiso proponer como modelo la figura de san Félix de Cantalicio, santo capuchino cano– nizado apenas hacía treinta años. Siguiendo las huellas de este san– to, fray Félix de Nicosia, con voluntad férrea de siciliano auténtico, se propuso llegar a la santidad que aquél había alcanzado. Sorprendentes son algunas coincidertcias de fechas entre estos dos Félix: nacidos con doscientos años de distancia, los dos se hicie– ron capuchinos a los 28 años, a los 29 emitieron sus votos y duran– te 43 años ambos fueron limosneros (san Félix de Cantalicio en Ro– ma, el beato Félix en su Nicosia natal), muriendo también a la mis– ma edad de 72 años, cargados de méritos.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz