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LEOPOLDO MAND!é 315 220 cartas, breves en la mayor parte, y en ellas se transparenta co– mo amigo de la relación pastoral, el maestro de espíritu, el mante– nedor de la acción de los católicos (se pueden leer dos cartas al siervo de Dios Guido Negri [1888-1916]), el hombre del agradeci– miento sincero, inmediato, humilde, constante. Un verdadero sacer– dote porque era un verdadero hombre. Contribuyó a sacarlo definitivamente de la «jaula»-confesonario una corta enfermedad, la última. Fue un tumor en el esófago. El fin de «este pobre de mfo El compromiso de su vida queda resumido en las palabras que el padre Leopoldo repetía a su amigo Angel Marzotto: «Escondá– moslo todo, incluso aquello que puede tener apariencia de don de Dios en nosotros a fin de que no se haga mercado de ello. ¡A Dios solamente el honor y la gloria! Si fuera posible, deberíamos pasar por la tierra como una sombra que no deja vestigio de sí». Humil– demente pensando en su yo, el padre Leopoldo lo definía «este po– bre de mí». Estaba decidido a comprometer, en su trabajo ministerial, aquel muy suyo «pobre de mí». Tenía grandes deseos de vivir: para hacer algo, para salvar, para amar, para merecer. Quería vivir para conti– nuar siendo en el confesonario la antena de la misericordia de Dios, el transmisor de su perdón. Decía: «Cuanto más trabajemos en nuestra vida terrestre tanto más méritos ganaremos para el cielo y tanto más contribuiremos a salvar las almas. Nadie nos quita un lugar en el cielo». Reafirmaba: «Tengo que estar siempre dispuesto a tra– bajar. Hemos nacido para la fatiga y tendremos el descanso en el paraíso». Sin embargo, en las enfermedades de los últimos tiempos de su vida, se le oía decir: «Si el Señor me quiere, ¡que me lleve!». Hacía esta súplica: «¡Que el Señor me lleve estando en la brecha!», porque tenía tal convicción y la expresaba con estas palabras: «Un sacerdote debe morir de fatigas apostólicas; no existe otra muerte digna de un sacerdote». Confió ésta su convicción a los clérigos capuchinos de Udine, al agradecerles la felicitación en sus Bodas
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