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126 «... el Señor me dio hermanos» Mas, pronto se le hizo la situación de exclaustrado demasiado ajena a su vocación. Añoraba la vida comunitaria capuchina, el há– bito, la barba y todo aquello que constituía la forma de existencia por la que había pasado del siglo al claustro en su mocedad. No menos echaba en falta el apostolado típico de los sacerdotes de su Orden, el misionar entre fieles o infieles, ministerios prohibidos en su patria. Poco después de la violenta abolición de las órdenes religiosas en España, los capuchinos españoles fueron reagrupados jurídica– mente por el papa en un comisariado apostólico. Muchos de ellos se habían pasado a Francia. El padre Adoáin prefirió dirigirse a Roma y solicitar destino directamente del comisario padre Fermín de Alcaraz, el cual lo incorporó a la provincia de Las Marcas donde la austeridad de la vida capuchina se hallaba en pleno vigor. Aprendió con relativa perfección el italiano, llegando a predicar algunas cuaresmas en pueblos menores, sirviéndose de sermones propios y ajenos. De esa experiencia italiana, que duró dos años y medio, sacó no sólo mayor madurez para la predicación po– pular, sino un verdadero repertorio de piezas predicables, que conservaría de por vida, unas traducidas y otras en su lengua ori– ginal. Venezuela: «Ecce ego, mitte me» El padre Alcaraz acariciaba la esperanza de dar a aquellos des– terrados voluntarios otro destino más en consonancia con su voca– ción, posibilidades humanas e historia. La ocasión se le presentó inmejorable, al menos en el plano de las ilusiones, cuando en 1842 un sacerdote venezolano, que era también senador en su país, apa– reció en Roma con el encargo oficial de su gobierno de reclutar capuchinos españoles para restaurar las destruidas misiones donde tan buen resultado evangelizador, cultural y patriótico habían dado en el siglo XVIII. En Marsella se embarcaron 49 misioneros, después de ha~er paseado en procesión por la ciudad el estandarte de la Divina Pas– tora, en gesto que acompañaría siempre las tareas apostólicas del

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