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6 dotes que briHaban en et capuchino de Lucerna, le encomendó impor– tantes y delicadas comisiones. En 1927 le envió Pío XI a las regiones de la antigua monarquía austríaca como Visitador de 1a antiquísima Orden de los CabaUeros Teutónicos, salvándola de una muerte casi inevitable; intervino después felizmente en un Litigio entre dos obis– pados por cuestión de jurisdicción; en la visita de la Orden de los Crucíferos; de los seminarios de Suiza, de los de la archidiócesis de Praga y de Olmutz, y de los de la ciudad eterna. Fue tal el renombre que se conquistó en el cumplimiento de su cargo, que todos afirma– ban que el P. Felder era el Visitador por antonomasia. El inmortal pontífice Pío XI, al comisionarle la Visita de las Universidades romanas, después que el P. Hilarino hubo terminado con la de la Orden de los CabaUeros Teutónicos tras quince años de rudo trabajo, lo creó obispo de Gera el 12 de abriL de 1938, «ob. t11,a erga San_ctam Ecclesiam merita)). • ·-. .• •.,o. ·• 4 ~ •.· ; • • • ,. CaTgádo- de méritos y de virtudes y Horado por cuantos le cono– cieron, moría a los 84 años de edad. "Valgan estas cortas líneas para hacer resaltar la personalidad del aut·or, ·del:iritéresante trabajo que ofrecemos a nuestros lectores. EL TRADUCTOR