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70 ORIENTACION DOCTRINAL DE LOS ESTUDIOS DE LOS CAPUCHIN•:)$ En una palabra, si queremos resumir cuanto hemos dicho referen– te a la orientación doctrinal de los antiguos estudios de los· Capu– chinos, creemos que se puede compendiar en esta sencilla frase: en teología los Capuchinos eran bonaventurianos; en filosofía aristoté– licos. Esta frase, empero, no es del todo exacta. Que los Capuchinos hayan sido en teología bonaventurianos, no es posible negarlo, y no hay por qué empeñarse en demostrarlo. A lo sumo se podría señalar, como ya lo hemos insinuado, que entre ellos había tomistas y escotistas, esmerándose en cada caso en armonizar la doctrina del doctor Angélico y del doctor Sutil con la del doctor Seráfico. Pero en lo tocante a la orientación filosófica de los Ca– puchinos, no pueden ser considerados abiertamente como aristotélicos. Hel]lOS podido concluir que se reputaban perfectamente acordes con san Buenaventura no solamente en el dominio de la teología, sino también en su fundamento filosófico. El P. Marco Antonio Galizi de Carpenédolo publicó, precisamente de 1634-1636, un curso de filoso– fía en cuatro volúmenes, sacándolo de los escritos y según la doc– trina de san Buenaventura. Esta obra, según testimonio de Lucas Waddingo su contemporáneo, debía servir de manual a los lectores de filosofía de nuestra Orden (52). Es, pues, evidente que los Ca– puchinos, aun cuando hayan estudiado y se hayan servido de Aristó– teles, seguían rigurosamente a san Buenaventura, tanto en las prin– cipales cuestiones de filosofía como en las de teología. Ahora bien, Buenaventura, como discípulo de Alejandro de Hales, sigue no la escuela aristotélica, sino la platónica-agustiniana. No obstante, a Alejandro le compete el gran mérito de haber uti– lizado el primero (desde 1231) toda la filosofía de Aristóteles en su Suma (53). Cuando otros maestros miraban con una especie de horror los escritos aristotélicos, el venerable maestro de la escuela franciscana de París introducía, a sabiendas, en la enseñanza de la teología la ciencia y los métodos del Estagirita. Así llegó a ser el campeón de la dialéctica aristotélica en la exposición de las cuestio– nes teológicas, no solamente en las Ordenes doctas, es decir entre los dominicos .y franciscanos, sino en todo el movimiento escolástico del Occidente. Así y todo, Alejandro sigue la doctrina de Aristóteles mientras éste permanece adicto a la filosofía de Platón. Es verdad que apenas si había leído los escritos de Platón, pues eran casi totalmente descono– cidos en Occidente (54). Adopta las ideas de Platón indirectamente, (52) «Doctus sancti Bonaventurae sectator scripsit pro sui Instituti Professori– bus integrum cursum artium liberalium ex eiusdem sancti Doctoris operibus deprom– ptum». Scriptores Ord. Min., 248. (53) La documentación en FELDER, o. c., 199-205, 459-461. (54) Rogerio Bacón dice expresamente. que la obra más importante de Platón «De Republica» era inaccesible aún a los latinos. Por muchos pasos que dió, no pudo procurársela. No conocía de Platón más que el Phedon y el Timeo. E. CHAR– LES, Roger Bacon, París, 1861, 323.

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