BCCCAP00000000000000000000681

66 ORJENTACION DOCTRINAL DE LOS ESTUDIOS DE LOS CAPUCHINOS de tendencias doctrinales reinaba una muy amplia libertad (29). Po– demos decir que en este sentido no había una escuela propiamente capuchina. aun cuando los Capuchinos, ya en su origen, fueron segui– dores de san Buenaventura. Parece que se dejaba al arbitrio de los lectores el escoger entre la teología escolástica y la teología positivo-exegética. Que siguiendo las prescripciones del concilio de Trento se dedicaran particularmente al estudio exegético del texto sagrado se echa de ver por los numerosos comentarios de los libros santos. Al finalizar el siglo XVI y en los primeros decenios del XVII es tal el número de dichos comentarios que es imposible mencionarlos nominalmente. Por otra parte, las obras referentes a san Buenaventura y mencionadas anteriormente, mani– fiestan la estima en que se tenía al método escolástico. Los Capuchinos siguiendo a san Buenaventura, y en general a los escolásticos utili– zaban, como libro clásico, las Sentencias de Pedro Lombardo, a no ser que adoptaran más bien la exposición de san Buenaventura sobre dichas Sentencias. Pero independientemente del cuadro de las Sen– tencias se daban colateralmente lecciones, o que no guardaban per– fecta correspondencia con las mismas, aun cuando se sirvieran del método escolástico-dialéctico. Nos referimos, por ejemplo, á los tra– tados de un Miguel Hispano (t 1585) sobre la gracia y la predes– tinación (30); a las disputas teológicas de un Romualdo de Tu– rín (t 1616) (31); a la obra en cuatro volúmenes sobre los sacra– mentos (32) de Teodoro de Pavía (t 1625): a las discusiones de Ludo– vico de Dole sobre la predestinación y la ciencia media ( t 1636) ( 33). Merced a estas obras, fruto del estudio, la teología va independizán– dose más y más de la interpretación del texto sagrado y de las Sentencias y va aproximándose a la enseñanza sistemática de nues– tros días. (29) Esto por lo que se refiere a la Orden franciscana, pues entre los Domi– nicos pasaba todo lo contrario. Antes del Capítulo general de 1278, la única es– cuela que no sufría la influencia de la doctrina tomista era la escuela dominicana de Oxford (Cfr. Ehrle. Der Augustinismus und der Litteratur und Kirchengeschichte gegem Ende des 13. Jahrhunderts. en Archiv fur Litteratur und Kirchen:ieschichte des Mittelalters. V. Freiburg, 1889. 611 ss.). Pero en el Capítulo general de 1278 no solamente no fueron obligados a seguir la doctrina de Tomás de Aquinu. sino que fueron instituídos inauisidores con la misión de castigar a los No-Tomistas. expulsarlos de su provincia y privarles de sus dignidades». REICHERT, Monumenta Ord. Praedicatorum historica. III. Romae, 1898. 199. (30) Tractatus de praedestinatione ad gloriam et de auxiliis divinae gratiae. DroN. GEN., 250. (31) Disputationwm theoloqicarum Iibri duo. DION. GEN.. 287. aue escribe a propósito de Romualdo: «Theologicarum Facultatum ac Divinarum Litterarum Ga– zoohilacium communiter appellatus. eo quod scholastica Patrum placita plenissime possideret. et utriusque Testamenti codices tenacissime memoria retineret». (32) Volumina quatuor quaestionum scholasticarum et moraLium de EccLesiae Sacramentis et praecipue de Sacratissima Eucharistia: DrnN. G1rn.. 302. <33) Disputatio quadripartita contra praedeterminantium et assertorum scie11- tiae mediae modernorum opiniones. DrnN. GEN.. 225: SBARALEA, 498.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz