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ORIENTACION DOCTRINAL DE LOS ESTUDIOS DE LOS CAPUCHINOS '61 sistematizado, pudiendo legar a la posteridad una síntesis perfecta. Seguramente que el estudio de estos teólogos será de mucha utilidad para la Iglesia, contribuyendo poderosamente a interpretar recta– mente las divinas escrituras, como también a leer y utilizar más com– petente y ventajosamente las obras de los Padres de la Iglesia, ya que estos conocimientos y estas especulaciones los bebieron santo Tomás y san Buenaventura en las fuentes inagotal;>les de las divinas Escrituras, de los Papas, de los Padres de la Iglesia y de los Conci– lios. Esta teología escolástica será de mucha utilidad para la Iglesia para descubrir lo_s errores y refutar las herejías. Es en nuestros días más útil y necesaria por cuanto debemos defender la doctrina tradi– cional de la Iglesia frente a una herejía que levanta orgullosamente la cabeza. Hasta los mismos enemigos lo reconocen, temerosos de esta teología escolástica que los desenmascara y persigue en sus reductos más ocultos. Porque es imposible que no se descubra la falsedad de sus doctrinas aun cuando las revistan de mentirosos colores; su más– cara caerá, su debilidad se manifestará en pleno mediodía cuando con el apoyo de la teología escolástica se revele lo engañoso de sus tenebrosos sofismas. La teología ilumina las verdades con sus definiciones y distincio– nes claras y precisas; se vale para demostrarlas de pruebas sólidas e irrefutables; coordina todos los conocimientos con un orden lógico tan admirable que llega a formar, con ese conjunto de las verdades de la fe, un sistema perfectamente organizado, semejante a un frente com– pacto de batalla donde se rompen todos los ataques. Si al ver esto tiemblan los enemigos y desprecian la teología escolástica, nosotros hemos de considerar como un honor mantener este baluarte de la verdad cristiana, conservar esta gloriosa herencia de nuestros padres y honrar, como se merece, a los valientes defensores de la revelación divina que nos precedieron)) (5). Por esto el Papa mandó editar nuevamente las obras de san Bue– naventura, y abrir un colegio en honor del seráfico Doctor en el convento de los Doce Apóstoles de los PP. Conventuales. Manda igual– mente que se enseñe, que se cite y utilice la doctrina de san Buena– ventura a la par de la de santo Tomás ((no solamente en privado, sino también en público, en las Universidades, en las Academias, en los Colegios y Escuelas, en los cursos, en las disputas, en las interpreta– cion,es, en los sermones, en otros ejercicios eclesiásticos y manifesta– ciones cristianas>) (6). (5) Bullarium Romanum, t. VIII. Neapoli i 783, 1005 ss.; Bul1arium Ca:vuccino– rum, t. VI, :Rornae, 1750, 292 s. donde errór1eamente está fechada la bula en 1587. (6) «... huius Seraphici Doctoris lucubrationes ad doctrinam et devotionem, quam in clero populoque christiano magnopere Iucere et ardere cupimus maximo adiumento fore, illius libros, commentarios, opuscula, opera denique, omnia... non modo privatim, sed publice in .Gymnasiis, Accademiis, Scholis, Collegiis, J.ec – tionibus, interpretationibus, disputationibus, concio11ibus, sermonibus aliisque eccle– siasticis studiis christianisque exercitationibus citari, proferri atque adhiberi volu– mus et decernimus... » L. c.

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