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riquecimiento del carisma francisca– no en su globalidad. Los francisca– nos de hoy, hombres y mujeres, están llamados a emplear sus dotes de na– turaleza y de gracia en el servicio humanitario y cristiano del cual el mundo actual tiene una urgente ne– cesidad. e) Para que la acción franciscana en el mundo contemporáneo sea rica de frutos es necesario que el mensaje se convierta en testimonio. Es nece– serio, además, que el franciscanismo encarne en su mentalidad y en su comportamiento aquellos ideales que ha heredado del seráfico padre Fran– cisco y que quiere transfundir, en ósmosis fecunda, en los hombres sus hermanos. - Sobre todo, él tiene que estar convencido de que "los cielos nue– vos y la tierra nueva", objeto de la esperanza de la humanidad, son don de Dios y el hombre es su colabora– dor más bien que artista solitario. Por tanto la fe deberá informar siem– pre la acción y nunca deberá ser pro– puesta a las pretensiones de la men– te humana y la ilusoria eficacia de estructuras imponentes. Dios no ne– cesita de grande aparato, sino más bien quiere fe incondicional por par– te del hombre hombre, es decir, el total abandono a su bondad. Por al– go se ha querido servir de Francis– co de Asís, pobre y humilde, para -56 - testigos del mensaje que transmiten sobre todo fe