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que libera el corazón y animados de la caridad de Cristo, deben renovar en el mundo de hoy la misión del Pos verello, el cual tanto contribuyó a la obra de pacificación en un ambiente cristiano y a la distensión con el Is– lam, aunque anticristiano. Mas conviene no pararse en las be– llas ideas, sino descender a la prác– tica como hizo san Francisco y tomar iniciativas concretas tanto a nivel teó– rico como práctico, uniendo lo más posible las fuerzas y no disgregándo– las con fogonazos individualistas que no pueden dar garantías de eficacia y de continuidad c) El actual cuadro internacional presenta situaciones penosas y a me– nudo deshumanas, a las cuales no se presta la debida 'atención: nacimien– to de pueblos nuevos que tardan en desarrollarse por carencia de apo– yo económico y por falta de ayuda por parte de los más desarrollados; por la desigualdad y la inadecuada repartición de los bienes, que tolera al mismo tiempo la presencia de vas– tos grupos humanos atormentados por el subdesarrollo y del hambre junto al bienestar y al consumismo irres– ponsable; por problemas sociales no resueltos en términos de justicia, si– no a menudo condicionados por el egoísmo ; por tensiones concretas que nacen de estos y otros factores. Todavía más, una triste realidad se presenta frente a nuestra conciencia. - 48 - curar los males de la humanidad con intervenciom concretas