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po de la formación permanente, tanto a nivel local y provincial como interprovincial e.incluso entre todas las Ramas de la Familia Francisca– na, y ruega la presentación de los nombres de aquellos Hermanos con preparación universita• ria y con aptitud para llevar adelante esas ini– ciativas de formación permanente. 8. EL CARISMA FRANCISCANO, SALVAGUARDA DE LA VOCACION Si la formación permanente, de la que he– mos venido hablando en líneas. anteriores, ha podido definirse como una actitud de conversión continua, la formación franciscana es realmente ese reflejo evangélico en actitud de conversión. ' En efecto, el conocimiento y vivencia del ca- risma franciscano tiene gran importancia y sig– nificación para la autoidentificación espiritual de los Hermanos; desempeña papel muy impor– tante e influyente en el planteamiento y solu • ción de la crisis vocacional. Muchos Hermanos sufren la crisis de vocación proveniente de la falta de convencimiento y conciencia refleja del carisma, de la identidad propia y específica de la vocación franciscana de nuestra Orden. La encarnación de los valores franciscanos en las diversas· circunstancias de la existencia humana exige que .se acentúe con. más intensi- 17

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